El 58 por ciento de los castellanos y leoneses tiene problemas de obesidad o sobrepeso, frente al 53,6 por ciento de media en España. Así se recoge en el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), publicado en la Revista Española de Cardiología (REC), principal cabecera de REC Publications, la familia de publicaciones científicas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Así, el 21,5 por ciento de los ciudadanos de la Comunidad tiene obesidad, sin diferencias entre hombres y mujeres, y el 36,5% presenta sobrepeso. En cambio en el conjunto del país, el 22 por ciento tiene obesidad y el 31,6 por ciento sobrepeso, siendo este significativamente mayor en varones. Tanto la obesidad como el sobrepeso aumentan con la edad, alcanzando la mayor tasa en el grupo de población de 65 años o más.
Las comunidades autónomas con las tasas de obesidad más altas son Andalucía y Galicia (26,7 por ciento), seguidas por el Principado de Asturias (26,2 por ciento) y la Región de Murcia (25,7 por ciento). Baleares (11,7 por ciento), Cataluña (16,1 por ciento) y País Vasco (16,5 por ciento) cuentan con las tasas de obesidad más bajas.
La doctora Carmen Pérez-Rodrigo, primera firmante del estudio, explica que “el nivel socioeconómico y el tamaño del hábitat también se asocian significativamente con la obesidad”. De esta forma se observan mayores tasas de obesidad en poblaciones de menor nivel socioeconómico, mientras que existe una asociación significativa entre la probabilidad de obesidad y el tamaño de la localidad de residencia, con menores tasas en localidades de entre 15.000 y 50.000 habitantes respecto a las de menos de 5.000.
Obesidad y factores de riesgo cardiovascular
El estudio también analiza la influencia de los estilos de vida de la población con el exceso de peso, así como la relación con los factores de riesgo cardiovascular. “Los individuos que combinan un mayor nivel de actividad física y siguen un patrón alimentario moderadamente adecuado al patrón de dieta mediterránea se asocian con menor probabilidad a desarrollar obesidad y factores de riesgo cardiovascular”, aseguró la doctora Pérez-Rodrigo.
Asimismo, los nuevos datos publicados en Revista Española de Cardiología encuentran una asociación positiva entre el sobrepeso y la obesidad con la dislipemia y la hipertensión arterial, del mismo modo que la obesidad se asocia con una mayor probabilidad de desarrollar diabetes mellitus. “La coexistencia de dislipemia, hipertensión arterial y diabetes con la obesidad es significativamente mayor en las mujeres y en el grupo de edad de 65 años o más”, detalla la investigadora.
La obesidad contribuye a la aparición de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades crónicas y se asocia con una peor calidad de vida y mortalidad prematura. Por eso, en palabras de la Dra. Pérez-Rodrigo, “es imprescindible poner en marcha estrategias preventivas que favorezcan la adecuación de los hábitos alimentarios, el aumento de la actividad física y la reducción del sedentarismo desde edades tempranas”. Para la experta, “la prescripción del consejo dietético y de ejercicio físico también es esencial en el tratamiento de las personas afectadas”.