En todo lo alto

H. Jiménez
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La burgalesa Nuria Moral, de 31 años y con varias misiones internacionales a sus espaldas, es la primera mujer instructora de la Fase Avanzada de Caza y Ataque del Ejército del Aire

En todo lo alto - Foto: José Antonio Monago

No se da ninguna importancia. Lo cuenta con toda naturalidad: «A los 12 años les dije a mis padres que quería ser ingeniera aeronáutica y piloto, y es lo que hice». Como quien anuncia que se va a comprar el pan y el periódico y vuelve a casa con ellos bajo el brazo. Pero la burgalesa Nuria Moral Gorráiz, de 31 años, tiene muchísimo mérito. Es la primera mujer instructora de Fase Avanzada de Caza y Ataque en el Ejército del Aire, un puesto que exige una intensa formación, una notable forma física, nervios de acero y la capacidad de pilotar aviones supersónicos con altísima tecnología. Tras pasar por diversos destinos en San Javier (Murcia), Salamanca y Zaragoza, ahora desempeña su labor en la base aérea de Talavera la Real (Badajoz).

Pese a su juventud, la capitán Moral tiene ya una notable experiencia con más de 1.000 horas de vuelo y sigue surcando los cielos a diario a bordo del F5M, el modelo de la unidad  ‘Ala 23’ en la que se forman los futuros pilotos de caza del Ejército del Aire durante su quinto y último año de academia.

En horario diurno o nocturno, dependiendo de las misiones que toque entrenar cada vez, asciende a las alturas para desarrollar o bien misiones de enseñanza (sentada detrás de los alumnos, como si fueran profesores de autoescuela) o bien de adiestramiento (para los propios instructores, que deben estar constantemente al día).

Visto desde tierra dan mucha envidia. Hay mucha épica alrededor de los aviones de caza y un glamour alimentado con películas como Top Gun en las que es inevitable pensar cuando uno ve a los jóvenes pilotos caminando hacia esas balas del aire, pero la burgalesa advierte: «No son vuelos precisamente agradables. Soportamos fuerzas G a las que ya estamos acostumbrados, pero si el alumno es brusco en sus maniobras lo notamos. El espacio es pequeño, el equipo que llevamos se hace incómodo…» Que nadie piense en un trayecto recreativo, porque se trata de simular condiciones de ataque y defensa del espacio aéreo y eso no puede ser una broma.
Hasta llegar a convertirse en la profesional de élite que ahora es, Nuria Moral ha debido superar una larga fase de formación. Vivió y estudió en Burgos hasta los 18 años, cuando se fue a Madrid a estudiar Ingeniería Técnica Aeronáutica en la Universidad Politécnica. Y tras acabar esa etapa, se lanzó a la carrera militar. Primero en la Academia General del Aire de San Javier  como cadete, después alférez, luego graduándose de teniente y finalmente capitán.

(El reportaje completo, con fotografías del expresidente de la Junta de Extremadura José Antonio Monago, en la edición impresa)