¡Berta, nos vemos en los bares!

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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El miércoles falleció a los 46 años Berta Ansótegui, bloguera, crítica gastronómica y colaboradora de La 8 Burgos, una mujer «llena de luz» y una auténtica «disfrutona» según quienes la quisieron

Berta Ansótegui, en una de las últimas imágenes que aparecen en su blog Berta’s Moments.

«Yo antes del cáncer era muy feliz, me comía el mundo y me lo bebía, literalmente, y esta enfermedad no lo ha cambiado, pero sí me ha hecho recapacitar y disfrutar más aún del momento, del aquí y el ahora y de la gente a la que quiero». De esta forma, contundente, sin estridencias, sincera y conmovedora, hablaba Berta Ansótegui el pasado  20 de octubre de su enfermedad en el programa Ocho Magazine de La 8 Burgos, la cadena con la que colaboraba desde hacía un par de años. La desaparición tan prematura de esta bloguera y crítica gastronómica -que falleció el pasado miércoles- ha dejado desolados a quienes la querían que, a la vez, hacen el esfuerzo de sonreír cuando la recuerdan porque están seguros de que es lo que ella hubiera querido. Porque Berta era -así la describen- una «mujer llena de luz», una auténtica «disfrutona», sincera, directa, divertida, irónica, inquieta, visceral, nerviosa y con una retranca que la hacía muy especial. 

Este consenso alrededor de su figura se comprende mejor al repasar su legado en internet. El blog Berta's Moments, en el que hacía un repaso por lo más nuevo, atrevido,  curioso, pero también lo más tradicional y 'de toda la vida' del comer y del beber en Burgos, apunta a lo que era ella: una mujer rigurosa y amante de los detalles -cuidaba especialmente las fotos que incluía-, con un don especial para escribir sin contundencia y de una forma sencilla, que es lo más difícil: leer a Berta era escucharla.

Su territorio fueron siempre las calles de la ciudad, los bares y el comercio: trabajaba en Serrano, una de las tiendas más antiguas del centro. «Era muy de Burgos, ponía en valor todo lo referente a los productos típicos y hasta tenía un ranking de bravas y siempre era muy sincera: todo lo que contaba tanto en el blog como en las redes sociales era porque así lo sentía. Si algo no le gustaba prefería no hacer referencia a ello y punto, y en cambio cuando algo le encantaba no reparaba en adjetivos positivos», recuerda Eneka Moreno, directora y presentadora de Ocho Magazine, quien afirma que seguro que Berta estará encantada de que la gente se tome una caña en su recuerdo.
Moreno cuenta que todo lo que hacía Berta llevaba siempre una dosis extra de pasión y cariño y a pesar de que el último año fue muy duro, ella lo encaró con su proverbial optimismo. La fuerza de esta mujer menuda y de expresivos ojos azules se pudo comprobar con la forma en la que tuvo de contarle a sus seguidores en Instagram -más de dos mil- que tenía cáncer: delante de una pantalla en la que se veía interpretar a Sinéad O'Connor su conocida versión de la canción Nothing Compares 2 U, de Prince, y haciendo una suerte de playback, se quitó la peluca y mostró su «cabeza pelona», como ella misma la denominó. De fondo se oía una voz emocionada. «¡Muchísimo más guapa!», decía. Era Juanki, su marido, el amor de su vida, junto a quien caminaba desde que ambos eran apenas unos adolescentes.

«Fueron un binomio humano durante décadas. Si veías a uno, era cuestión de segundos que apareciera el otro», cuenta Álvaro Melcón, amigo de la pareja, que describe a Berta como «maravillosamente predecible y estable», «de día, de noche, con resaca, de concierto, en un café... Siempre era Berta, impermeable a cosas que a los demás nos distorsionan y que ella llevaba con una naturalidad proverbial. Es, creo, otra manifestación de su amor por la vida. Y además era como un analgésico: siempre que estabas con ella te quitaba cargas de la cabeza y te sacaba una sonrisa o provocaba una conversación trivial para alejarte de la zona de sombra. Todo esto estaba sintetizado en su mirada. Clara, limpia y muy expresiva».

Aquel vídeo impresionó mucho a sus amigos. En todos los sentidos. «No se me ocurre un mejor modo de comunicar sin drama y sin perder contundencia», afirma Azucena Ubierna, compañera de Berta en el programa de La 8 Burgos, que ahora la rememora desde la emoción y en presente: « Berta es luz, así de sencillo. Una de esas personas-magia que hacen bonitas las mañanas de niebla. Pura energía y positividad, ha ido regalándose 'moment a moment' cada instante, compartiendo su bien vivir, con su especial modo de acariciar hasta con la voz. Nos ha dejado el alma sembradito de ella. Así que siendo ese agua de vida, espero que admire lo que su paso por las nuestras hace florecer. Honraremos su presencia, con el compromiso de seguir disfrutando en su nombre la vida, y sonriendo inevitablemente cuando aparezca hecha recuerdo».

Poco más que decir salvo lo que ella mismo dejó escrito en uno de sus posts... ¡Berta, nos vemos en los bares!