El apoyo al entorno rural para evitar su despoblación es una máxima que se viene repitiendo hasta la saciedad. Aquellos que quieren emprender su negocio en el ámbito de algún pueblo, o mejorar el que ya tienen, buscan ese punto de apoyo para sacar adelante un proyecto que, al final, redunda en la localidad donde se enclava. En esta línea de desarrollo rural se enmarcan las ayudas Leader, de la Unión Europea, y que en la comarca ribereña gestiona la Asociación para el Desarrollo Rural Integral (ADRI) Ribera del Duero Burgalesa, que encara el final del programa cuatrianual con unas cifras inmejorables.
Desde que comenzaron a repartir los fondos asignados, a día de hoy ya han repartido cerca de 1,7 millones de euros. Una cifra acumulada desde 2017 y que se reparte de forma desigual entre lo que denominan proyectos productivos y no productivos. Entre los primeros, que son aquellos susceptibles de generar algún tipo de venta, se ha asignado un total de 1.411.310 euros, que corresponde a casi la totalidad de la segunda fase del programa Leader 2014-2020 para esta zona. Para los segundos, los no productivos, que suelen venir de la mano de los ayuntamientos o asociaciones y buscan la dotación de infraestructuras básicas o mejorar la calidad de vida en el territorio, la cantidad ha sido de 270.634 euros, el 90% de esta segunda fase.
Una forma de concretar el impacto que el reparto de estas ayudas tiene en la comarca es su repercusión en el empleo. Los datos que maneja la ADRI hablan de que, desde 2017 hasta hoy, los proyectos que se han beneficiado de este programa han logrado mantener un total de 320 puestos de trabajo en su territorio de acción, a los que se suman 27 empleos creados, que se concretan en 34 personas que han incrementado su nivel de empleo, bien porque se las ha contratado por primera vez en un puesto de trabajo de nueva creación o porque se les ha aumentado la jornada laboral que ya tenían.
Con estas cifras, los responsables de la ADRI Ribera del Duero Burgalesa se muestran muy satisfechos porque el programa cuenta con una asignación total que roza los 2,3 millones de euros, pero la tercera fase, dotada con 598.788 euros, no se puede empezar a repartir hasta que no se completen las dos anteriores, algo que está a punto de suceder. De este más de medio millón de euros, 359.273 € serán asignados a proyectos productivos y 89.818 € para no productivos, lo que supondrá el cierre del programa Leader previsiblemente a finales del 2021. El gerente de la ADRI, Héctor Ibáñez, prevé que "podremos recibir solicitudes hasta el 31 de diciembre de 2021, pero los primeros que llegan reciben asignación hasta agotar el dinero pendiente, así que todo dependerá del importe de los proyectos que nos soliciten entre finales de 2019 y 2020".
En los últimos dos meses, se han materializado siete nuevos proyectos, que acaban de firmar sus contratos para acogerse a esta línea de ayudas. En concreto, han sido dos productivos, Vermiduero y Auto Rauda, ambos de Roa de Duero, y los cinco restantes no productivos, de la mano de los ayuntamientos de Moradillo de Roa, para mejorar la accesibilidad y estética de las bodegas; Castrillo de la Vega, para mejorar la eficiencia energética del colegio de la localidad; Santa Cruz de la Salceda, para recuperar una senda peatonal; Brazacorta, para mejorar la eficiencia energética de la casa consistorial, y Sotillo de la Ribera, para realizar un estudio integral del barrio de sus bodegas tradicionales.
Desde 2017, 19 proyectos productivos han finalizado y 16 no productivos. Actualmente hay 10 proyectos productivos y 11 no productivos en fase de contratos pendiente de ejecución, cinco proyectos no productivos se encuentran en estudio y permitirán alcanzar la tercera asignación para su categoría.