Adiós a la magia de la Copa del Rey

DB / Bilbao
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Con la cabeza alta. El Mirandés cierra un ciclo maravilloso en la competición del k.o. y cae con dignidad en San Mamés ante miles de rojillos

Lambarri, autor del gol en el encuentro de ida en Anduva, muestra su decepción en San Mamés. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Athletic: 6  Mirandés: 2

Athletic: Araizoz, Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe, Ander Herrera (Íñigo Pérez, min. 73), Iturraspe (San José, min. 59), De Marcos, Susaeta, Fernando Llorente, Aitor Muniain, (David López, min. 76).

Mirandés: Nauzet, Raúl García, Aitor Blanco, César Caneda, Garmendia, Martins  (Nacho Garro, min. 58), Iribas (Borrel, min. 55), Lambarri, Mújika, Alain Arroyo (Muneta,  min. 46), Pablo Infante.

Incidencias:

Lo mejor: Aitor Blanco marcó dos goles en un feudo histórico como es ‘La Catedral’ del fútbol español, San Mamés.

Lo peor: Decir adiós a un bonito sueño, después de varios meses de ilusión.

Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Mostró cartulina amarilla a Iribas (min. 20), por el Mirandés, y a Amorebieta (min. 60) por el Athletic de Bilbao.

Goles:

1-0: Min. 11: Muniain 2-0: Min. 14: Susaeta

3-0: Min. 22: Aurtenetxe

3-1: Min. 57: Aitor Blanco

4-1: Min. 71: Llorente

5-1: Min. 74: Llorente

5-2: Min. 85: Aitor Blanco

6-2: MIn. 87: Caneda (p.p.)

Público: Lleno absoluto en San Mamés (40.000 espectadores).

El Athletic de Bilbao cerró con autoridad el sueño del Mirandés y su pase a la final de la Copa del Rey, la trigésimo sexta de su historia, tras golear (6-2) en un partido en el que Fernando Llorente, con un  doblete, volvió a demostrar su excelente momento de forma.  

El ajustado marcador del partido de ida (2-1) permitía mantener la ilusión por alcanzar la gloria de la final, pero la pegada de los jugadores de Marcelo Bielsa fue determinante. En solo tres minutos echaron por tierra la esperanzas de los burgaleses. Muniain y Susaeta prácticamente sentenciaron la eliminatoria en el minuto 14.  

El Mirandés se ha despedido de la Copa del Rey y lo ha hecho con dignidad, dejando atrás a tres equipos de Primera División y haciendo historia al magnificar la grandeza del fútbol. Durante muchos meses, los hombres de Carlos Pouso han sabido encandilar a la afición mirandesa con sus gestas. Su juego y sus buenos resultados han sido ejemplo para muchos clubes nacionales, de manera especial, entre los más modestos.

Sin confianzas

El conjunto de Marcelo Bielsa afrontó el choque sin mirar el carné  de identidad de su rival. Como si no hubiese existido el partido de  Anduva, los ‘leones’ salieron a sentenciar desde el primer minuto.  Intensidad, fútbol colectivo y un gran De Marcos, impecable en cada  acción.  

El buen juego de los vascos pronto se vio reflejado en el marcador.  Muniain, siempre incómodo para el Mirandés, batió a Nauzet con un  disparo a bocajarro a los 11 minutos. La fiesta burgalesa se  complicaba, pero desafíos mayores había resuelto el cuadro de Carlos Pouso,  capaz de todo y dispuesto a «currarse como equipo», para «no morir  como individuos».  

Ese fue el mensaje del técnico antes de saltar a la ‘Catedral’ del fútbol.  Escenario intimidatorio para unos chicos de Segunda B.  Tanto fue así, que el Athletic  metió una marcha más para marcar el segundo gol. Susaeta apagó momentáneamente al  Mirandés.

Aurtenetxe, no acostumbrado a vivir en el área rival, llevó al  fondo de las mallas un gran centro desde el costado derecho. Cabezazo  y 3-0. Semifinal completamente decidida. Fue entonces, tras el pasó  por vestuarios, cuando el Mirandés cambió su guión: salió a  disfrutar.  

Doblete en San Mamés

Los jugadores de Carlos Pouso hicieron frente a la cruda realidad y cambiaron la mentalidad. Dejaron atrás los nervios por la responsabilidad y empezaron a disfrutar con el deporte que más les gusta y que tantas alegrías les está dando esta campaña.

Su actitud en el terreno de juego cambió radicalmente. Es cierto que encajaron tres tantos más, pero también anotaron dos. Aitor Blanco dejó la huella  del equipo castellano en San Mamés. Primero, tras un rechace,  y después tras aprovechar un cabezazo muerto en el área pequeña. Hacer doblete en un campo plagado de historia no está al alcance de muchos futbolistas y menos de uno de Segunda División B.  

En el Athletic de Bilbao, Fernando Llorente se reivindicó una vez más. El  ariete de Rincón de Soto está haciendo más méritos que nunca para que Vicente del Bosque no dude un segundo en llamarle. Marcó el cuarto y el  quinto, éste de vaselina, una auténtica obra de arte. El Mirandés,  que lo siguió intentando, ya no dio entonces más de sí.  

De hecho, el Athletic marcó el sexto gracias a un despeje de César  Caneda en propia meta. Para los de Carlos Pouso la historia no tuvo más cuentos de hadas. Villarreal, Espanyol y Racing de Santander fueron los ‘primeras’ que dieron buena cuenta de su gesta. Miranda de Ebro y el Mirandés ya son parte de la historia del fútbol español, mientras que los de Marcelo Bielsa sólo piensan en el Barcelona o el Valencia.

El Athletic de Bilbao disputará su 36ª final

El Athletic de Bilbao disputará su 36.ª final de la Copa del Rey tras eliminar ayer al Mirandés en las semifinales, sentenciando así su segunda presencia en último partido de la competición del k.o. en los últimos cuatro años. El conjunto rojiblanco, que posee 23 títulos de la Copa del Rey, se mantiene como el segundo equipo con más finales jugadas, solo superado por el Real  Madrid, que ha disputado 37. Los de Marcelo Bielsa se medirán al Barcelona o al Valencia, que decidirán hoy su pase.  

Además, el cuadro vasco jugará su segunda final en las últimas cuatro ediciones tras la derrota sufrida ante el Barcelona (4-1) en la disputada en 2009, partido en el que el Athletic se adelantó en el marcador con gol de Toquero. Marcelo Bielsa mantiene al Athletic a 2 puntos de los puestos de  Liga de Campeones y el equipo clasificado para los dieciseisavos de final de la Europa League.