"Llevo 3 años con ansiedad y no puedo pagarme una consulta"

A.G.
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Estíbaliz Manrique, de 28 años, explicó hace varias semanas en Twitter que ha recibido una citación para ser vista en primera consulta de Psicología del HUBU el próximo 11 de enero

Estíbaliz Manrique, de 28 años, lleva tres años con problemas de ansiedad. - Foto: Luis López Araico

Estíbaliz Manrique, de 28 años, explicó hace varias semanas en Twitter que ha recibido una citación para ser vista en primera consulta de Psicología del HUBU el próximo 11 de enero. Esta joven, que compagina estudios y trabajo, lleva más de tres años con ansiedad y cree que ya ha llegado el tiempo de ser vista por un profesional: "Lo he contado en las redes sociales porque creo que se tiene que hablar de esto, de que son tiempos muy largos de espera y de que es normal sentirse mal y pedir ayuda. A mí me encantaría poder ir todas las semanas a una consulta privada pero es que ahora no puedo pagármelo".

No le importa explicar su caso abiertamente, cree que hay que normalizar tener problemas de salud mental y hablar de ello con naturalidad, como se hace con otras enfermedades: "No hay nada de malo por contarlo, la vida no es bonita todos los días. La ansiedad es muy paralizante aunque la gente no lo sepa o le parezca que quienes la padecemos somos unas exageradas. Hay días mejores o peores y los síntomas van desde opresión en el pecho, sensación de falta de aire, temblores, y ganas de llorar, muchas ganas de llorar por cualquier cosa y de no querer salir de casa. Algunas veces he tenido que ir a Urgencias porque no sabía lo que me pasaba y eso asusta mucho".

Todo empezó en un trabajo de hostelería donde topó con un jefe que le machacó, afeándole conductas delante de los clientes y haciéndole ver que no valía nada. "Ir allí me producía tal estado de nervios que desde entonces no me he recuperado. Soy muy perfeccionista y no me gusta decepcionar a nadie por lo que aquel ambiente me hizo mucho daño". Le pidió ayuda a su médico de Familia, que le pautó antidepresivos y ansiolíticos que dejó de tomar porque le sentaban mal y porque prefiere abordar su ansiedad sin medicación. Tras un cambio de casa y de centro de salud solicitó de nuevo ser derivada al psicólogo y la médica lo hizo "aunque me comentó que no creía que fuera para tanto". Algo que tendrá que decir un psicólogo en enero.