Los cambios a veces generan nerviosismo. Sin embargo, en el caso de la peatonalización parcial de la calle Santa Clara con motivo de la Semana Europea de la Movilidad de este sábado, la noticia se ha acogido en el barrio más como una oportunidad que como una incomodidad. Se trata de una vía que en los últimos años se ha puesto de moda, sobre todo los fines de semana, a la hora del vermú. La docena de bares y comercios ven pasar a diario a cientos de burgaleses que le dan otro aire a la zona y un corte al tráfico sería un espaldarazo definitivo a un lugar relativamente céntrico. Aunque la medida no se libra de las críticas.
Para Tomás, vecino del barrio, la peatonalización es «una aberración y una torpeza». En su opinión, la movilidad de una ciudad no consiste en «quitársela a los coches» sino en facilitar su tránsito. Lo mismo opina José Manuel, que recuerda que cada vez hay más vehículos y que la escasez de plazas en la zona convierte aparcar en una misión casi imposible. Clemente, que reside a pocos metros de allí, en la calle Covarrubias, recuerda que el Ayuntamiento no ha consultado esta medida con los ciudadanos y considera que, hoy por hoy, «se anda de maravilla por las aceras».

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