El Mirandés jugará la eliminatoria de campeones para buscar el ascenso a Segunda División. Los rojillos no lo tuvieron sencillo ante un Gernika que plantó mucha cara en el césped de Anduva a pesar de no jugarse nada. Ambos equipos pusieron a prueba durante la primera mitad a los porteros contrarios, que respondieron con acierto en las ocasiones en que fueron exigidos. En la segunda parte, los de Pablo Alfaro buscaron con más ahínco la meta defendida por Altamira y encontraron el premio en el 70 de juego. Diego Peláez, que entró en la segunda parte, lograba perforar el marco vizcaíno y hacía estallar la alegría en la grada mirandesa. En los minutos finales, los visitantes buscaron sin éxito el empate y la victoria y el liderato se quedaron en Miranda.