Con solo una mirada a las estadísticas se percibe que la situación no es nueva. El comercio de proximidad, el que está a pie de calle, lleva años a la baja, salvando aquellos ejercicios que, coincidiendo con la crisis económica, se convirtió en «refugio» del desempleo. Después todo volvió a la normalidad y esa no es otra que la de una tendencia negativa en el saldo final de locales, alimentada por una mayor presencia de las grandes cadenas y un auge de las nuevas formas de consumo que arrastra internet.
La Federación de Empresarios de Comercio (FEC) realiza cada ejercicio un informe sobre la situación de esta actividad económica en todos los barrios de la capital, a excepción del polígono industrial de Villalonquéjar. Analiza en este trabajo de campo los cuatro subsectores (alimentación, equipamiento de la persona, del hogar y los negocios que tienen un alto componente se servicio), contabilizando cierres y aperturas de locales para mostrar la realidad empresarial, que en 2019 tuvo un saldo desfavorable en cada uno de ellos.
Las cifras globales del estudio revelan que en Burgos había a finales del año pasado 2.165 establecimientos abiertos, después de haberse perdido más de un centenar (111). El descenso se nota más en Gamonal, concretamente en el eje sur que comprende la calle Vitoria, la avenida Constitución y Juan Ramón Jiménez, y en la zona sur. A esa disminución generalizada, la patronal también añade la ausencia de lonjas comerciales en las nuevas edificaciones de los barrios en expansión, así como un aumento de las que se destinan a uso particular, como garajes y trasteros.
El subsector que más perjudicado se ha visto ha sido el de la alimentación, según el citado estudio. El número de locales abiertos ha caído un 7%, lo que significa 54 menos que en 2018 hasta contabilizarse un total de 712. El retroceso se ha dado, principalmente, en los negocios de productos cárnicos, pan, lácteos y ultramarinos. «El 20% de esta bajada se concentra en el Mercado Norte y en diferentes galerías comerciales, que tienden a desaparecer», señalan desde la FEC, poniendo como ejemplo el cierre de las México, en la avenida del Cid y Constitución, o el decenso de locales en la de Francisco Grandmontagne. En cuanto al Mercado Norte, hacen referencia a la situación «especial» que presenta debido a su «inminente remodelación», así como a la del Mercado G-9, que se está reformando, lo cual ha provocado en ambos casos la «no renovación de las licencias».
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