"No es bueno que los militares entren en política"

G. Arce
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Pedro Baños es el ponente estrella del Foro Hubers organizado para este martes (19,00 horas) en el salón de actos de la Fundación Cajacírculo

Pedro Baños - Foto: Adrián Gález. Ana M. Dá­ez

Coronel del Ejército de Tierra en la reserva y diplomado de Estado Mayor, Pedro Baños (León, 1960) es uno de los divulgadores de referencia en estrategia geopolítica, relaciones internacionales y temas de defensa. Autor de varios libros sobre esta cuestión, habitual en los medios de comunicación, en foros de debate y conferencias, su nombre se barajó para ocupar la Dirección de Seguridad Nacional en el gobierno de Pedro Sánchez. Curiosamente, su carrera militar arrancó en Burgos, en el año 85, como teniente en el Regimiento de Infantería San Marcial, con base entonces en el acuartelamiento de Castrillo del Val. "En Burgos pasé un invierno de maniobras, con mucha nieve y mucho frío. Recuerdos que guardo con mucho cariño".

 

Esta entrevista se realizó a finales de marzo, cuando estaba fijada la intervención de Pedro Baños en el Foro Hubers, cita que finalmente tuvo que retrasarse por motivos personales del ponente. Entonces, España se enfrentaba a los dos procesos electorales que renovarán todo su organigrama político.

 

¿Debemos temer incursiones extranjeras que quieran desestabilizar nuestro país?

Las injerencias externas se producen siempre: los países poderosos siempre intentan tener en los gobiernos de otros países a personas afines a ellos. No descubrimos nada nuevo, así se ha hecho a lo largo de la historia. Siempre habrá intereses que muevan ficha en un sentido u otro para que los que lleguen al poder sean afines a unos intereses económicos o geopolíticos. Esto se ha producido siempre y se producirá en cualquier proceso electoral de cualquier país.

 

¿Por dónde pueden venir los tiros en las próximas semanas?

No tenemos ninguna amenaza específica. Todo el mundo acusa a Rusia de todos los males y de todas las desgracias de Europa pero tenemos que pensar que estas acciones de influencia proceden de todos los países poderosos. No nos olvidemos que el primero que influye y ha influido en el continente europeo son los Estados Unidos de modo sistemático, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. Y no solo hablamos de Estados sino de grupos importantes tanto económicos como ideológicos que también busca lo mejor para sus propios intereses.

 

¿Cómo nos blindamos ante esas injerencias?

Es muy difícil, muchos de los que juegan a la política también reciben sus prebendas por parte de quien quiere condicionar los procesos electorales. Lo primero que tenemos que saber es quién está detrás y quién maneja los hilos que permiten condicionar nuestros juicios políticos. Es difícil hacer una política de Estado cuando los condicionamientos están en el seno del propio Estado... Hay un libro muy interesante, escrito por la periodista Aurora Ferrer y el profesor universitario Juan de Castro, que se titula ‘Soros rompiendo España’, que demuestra que detrás del proceso independentista catalán está el magnate George Soros, cuya influencia en los medios de comunicación es tal que es muy difícil luchar contra su poder y el enorme lobby internacional que encabeza. Igual podíamos hablar de otros...

 

¿Se refiere usted a las denuncias de financiación de Vox por parte del exilio iraní y de Podemos por parte del gobierno de Maduro en Venezuela?

No tengo conocimiento al respecto. Me gustaría que los partidos políticos fueran de verdad independientes pero, según recogen algunas informaciones, eso no es exactamente así.

 

¿La crisis independentista que padece España se ha cocinado fuera de nuestras fronteras?

Es lo que se demuestra en algunos estudios, yo no tengo tanta información. Sí es verdad que se ha desmontado totalmente que fuera Rusia la que estaba interfiriendo en lo que ocurre en Barcelona. Los que denunciaron estos hechos fueron interrogados por el Parlamento británico y sólo hicieron el ridículo más espantoso porque fueron incapaces de aportar ni una sola prueba fehaciente de que Rusia estuviese detrás de cualquier intento de desmembración de Europa.

 

¿Ve alguna solución a la crisis venezolana?

En Venezuela se mezclan muchas circunstancias, todos los conflictos presentan muchas caras y muchas aristas. Sin duda, hay un problema interno, como en tantos otros países, y muchos intereses económicos, geopolíticos e ideológicos. En Venezuela, como en Ucrania o en Siria, están Estados Unidos, Rusia y China y estas tres potencias serán las que verdaderamente decidan el futuro de Venezuela. Ellos tienen la decisión última. 50 muertos en Nueva Zelanda, 3 muertos en Utrecht en los últimos días.

 

¿Regresan los grandes atentados terroristas?

El terrorismo no es novedad, en los años 70 morían más de 500 personas al año por atentados terroristas en Europa de distinta naturaleza. Movimientos separatistas, como en el Ulster; o de extrema izquierda... Ahora vuelven a resurgir pero no es un fenómeno nuevo. El terrorismo no es ni más ni menos que un instrumento más para conseguir objetivos de orden político y religioso. No va a cesar.

 

Nueva Zelanda acaba de prohibir el uso de armas de asalto y en España Vox resucita el debate sobre el uso de las armas de autodefensa ¿Paradójico, no?

Partimos de que España es uno de los países más seguros del mundo y, a lo mejor, se ha malinterpretado lo que se ha querido decir... Creo que el poder portar armas por la calle solo significaría un perjuicio porque aquí, afortunadamente, no tenemos los grados de inestabilidad e inseguridad que existe en la mayoría de los países del mundo. Otra cosa es que haya personas que sientan que la legislación en el ámbito de la legítima defensa en el propio domicilio casi favorece más al asaltante que a la persona que se defiende. De ahí a portar armas por las calle... Creo que no es una demanda de la sociedad española. Las redes sociales a veces se comportan como armas.

 

Estos días hemos podido ver el atentado de Nueva Zelanda retransmitido en directo por Facebook...

Las redes sociales son muy difíciles de controlar y, es más, si se las sometiese a un control estricto entraríamos en una limitación importante del derecho del ciudadano a estar informado. Es un debate muy complejo. Las redes sociales fueron unos de los grandes propagadores de las revueltas árabes y también se han empleado de modo perverso en el ciberespacio, un ámbito muy importante de criminalidad.

 

¿El Brexit es el principio de fin de Europa?

Es un elemento debilitador más de una Europa que ya está de por sí debilitada y en fase de desmoronamiento: pensemos en el Brexit, en Italia en recesión técnica, en Grecia en un importante impasse económico y en muchos países del centro y el este europeo que están incumpliendo las directrices de la Unión en muchos órdenes. Europa necesita volver a ser competitiva en un ámbito mundial cada vez más voraz que no nos beneficia en absoluto. ¿Rusia es siempre el malo de la película? Aquí no hay ni buenos ni malos, hay intereses y cada país persigue los suyos. Es una gran potencia y tiene un capacidad de acción significativa. Aquí vivimos bajo la órbita de influencia estadounidense y anglosajona y, por tanto, estamos en la rivalidad con Rusia. Parece que va a invadir todo el continente europeo pero es un reflejo de esa realidad geopolítica. Todas grandes potencia actúan en su beneficio y nosotros nos convertimos en víctimas de ese juego geopolítico.

 

¿Donald Trump es la imagen del declive del imperio norteamericano?

No. Al contrario. A Estados Unidos le hacía falta un dirigente que causara un cierto temor en el mundo, aunque solo sea por sus decisiones volátiles e impredecibles como es el caso del actual presidente. Estados Unidos necesitaba dar una vuelta de tuerca a su posición ante el auge de Rusia y sobre todo de China.

 

¿Qué le parece la entrada de altos mandos de las Fuerzas Armas en las candidaturas de Vox?

A mí, personalmente, no me parece positivo en ningún partido. Entiendo que en otros países pueda funcionar, porque son personas preparadas, muy capacitadas, con experiencia internacional e idiomas, pero cada país tiene sus condicionamientos históricos y sociales. Así, en el contexto general de España no es positivo. Una cosa es que a un militar, activo o en la reserva, el Gobierno le requiera para algún puesto porque lo considera un experto en esa materia, y otra cosa es hacer campaña y significarse por cualquier partido. Eso no nos beneficia en absoluto al país.

 

¿Cree que hay un creciente malestar en el seno de las Fuerzas Armadas por la situación que vive nuestro país?

No. Estamos ante decisiones personales de personal militar ya retirado y al cual no le afecta el Código de Justicia Militar y no tiene las limitaciones de los militares que estamos en activo o en la reserva. Por imperativo legal no podemos inmiscuirnos en temas de política nacional y creo que debe ser así en un sistema democrático. La mejor labor que pueden hacer los militares en este país es mantenerse al margen del juego político.