Investigadores miden la innovación y el bienestar

A.C.
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Liderados por las universidades de Córdoba y Javeriana de Bogotá (Colombia), han realizado desde el sábado hasta hoy un estudio sobre el terreno que el Ceder Merindades incorporará a su estrategia de desarrollo de 2021 a 2027

Investigadores miden la innovación y el bienestar

Alumnos y profesores e investigadores nacionales e internacionales del Máster en Estrategias para el Desarrollo Rural y Territorial de la Universidad de Córdoba y los máster en Desarrollo Rural y en Conservación y Uso de la Biodiversidad de la Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia) han recorrido desde el sábado Medina de Pomar, Villarcayo, Villasana de Mena, Trespaderne, Oña y Frías y hoy estarán en Espinosa. Forman parte de la Ruta Rural, una Escuela de Prácticas sobre territorios que la Universidad de Córdoba lleva diez años realizando y que se irá de la comarca con el resultado de las encuestas realizadas a más de un centenar de vecinos y entrevistas a unos 40 agentes sociales con el fin de medir el grado de innovación y bienestar en Las Merindades.

La Universidad de Córdoba fue pionera en España en introducir el Desarrollo Rural en las aulas en la década de los ochenta cuando la Unión Europea comenzó a debatir sobre el futuro de los territorios rurales y de la agricultura y la ganadería de sus países, así como a diseñar los programas Leader, que reparten fondos económicos para tratar de frenar la despoblación y promover el avance de los territorios rurales. El Ceder Merindades, conocedor de esta larga trayectoria, ha suscrito un acuerdo con la universidad cordobesa, que ha traído hasta Las Merindades a titulados universitarios en ingeniería agrónoma y de montes, Veterinaria, Ciencias Ambientales o Economía.

Estos jóvenes, que realizan su postgrado en Desarrollo Rural, cuentan con el apoyo de investigadores y docentes de ocho instituciones académicas y universidades, que les han acompañado en sus entrevistas y encuestas. Proceden de las universidades de Córdoba y Murcia, en España, y de otras de Estados Unidos, Colombia, Uruguay o Guatemala. Muchos ciudadanos se habrán sorprendido con sus propuestas. Una ha sido el Bienestarómetro, un juego de economía experimental, en el que los encuestados reciben una cantidad de dinero  y han de decidir cómo lo repartirían en inversiones para la mejora de la sanidad, educación, empleo y trabajo, medio ambiente o conectividad (Internet). Con ello, el estudio observará «como en cada pueblo se entiende el desarrollo y cómo habría que trabajar para mejorarlo», explica Eduardo Ramos, director del Máster en Estrategias para el Desarrollo Rural.  A estas encuestas se han sumado otras sobre la percepción que los ciudadanos tienen de la comarca.

en junio. Con una metodología propia, los encuestadores seleccionan a personas de diferentes edades y espectros profesionales para llegar a todo tipo de opiniones. A ellas sumarán la información obtenida en entrevistas realizadas a representantes de asociaciones empresariales, centros educativos y sanitarios, políticos o profesionales de diferentes ámbitos. Y con todo se realizará un trabajo, cuyas primeras conclusiones se podrán conocer el próximo mes de junio.

La intención del Ceder, como explica su gerente, José Ranero, es «poder contar con este documento de reconocida solvencia académica y sobre él comenzar a trabajar a lo largo del próximo año en las líneas estratégicas y en la planificación de los proyectos que formarán parte del programa Leader 2021-2027 de Las Merindades». El Ceder ya tiene la vista puesta en presentar el mejor proyecto posible para seguir inyectando en la comarca millones de euros en ayudas a empresas e instituciones, como lleva haciendo desde 1991.
Los alumnos e investigadores llegados de diferentes países también han tenido oportunidad de realizar visitas a empresas e iniciativas agrícolas y ganaderas en la comarca, así como a parte de su patrimonio. Los estímulos han sido muchos, pero la primera impresión de Eduardo Ramos es que «estamos viendo que en la comarca hay un espacio de mejoría enorme, porque tiene mucho potencial de innovación». Desde la Universidad de Córdoba ya ven que «queda mucho camino por recorrer», pero hay materia prima para intentar alcanzar la meta del desarrollo rural y del freno a la despoblación.