Todos los indicadores epidemiológicos y sanitarios que utiliza la Junta para informar acerca de la evolución de la pandemia en Burgos registraron ayer mejoría y apuntaron hacia un incipiente retroceso de esta quinta oleada de contagios por coronavirus. Por primera vez en este verano, hay descenso de infecciones tanto en la población general como en los mayores de 65 años (hasta ayer, disminuía en jóvenes y aumentaba en mayores), más casos en los que los rastreadores pueden establecer la cadena completa de contactos estrechos de cada infectado (27,7%, la más baja aún de la Comunidad) y, muy importante, menos enfermos de covid hospitalizados en los tres hospitales de Burgos. 

La mortalidad es el único indicador que aún no registra evolución positiva y, de hecho, el HUBUcertificó una defunción. La provincia encadena así cuatro días con víctimas mortales por la infección, a pesar de que las muertes a causa de la covid han caído en picado desde que se terminó de poner la segunda dosis en las residencias de ancianos (se ha reducido a la quinta parte, de 2,7 fallecidos diarios entre marzo de 2020 y mediados de febrero de 2021 a 0,54). 

Por otro lado, la campaña de vacunación se ralentizará en la primera quincena de agosto, ya que hay 29.000 segundas dosis en personas de entre 38 y 20 años y un suministro que, de mantenerse como en las últimas dos semanas, apenas rebasará las 32.000 unidades. La estrategia española de vacunación contra la covid prioriza el segundo pinchazo y la adquisición de inmunidad completa al avance en nuevas franjas de edad, por lo que, de no haber cambios, los menores de 19 años serán convocados con cuentagotas en los próximos días.

(Más información en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)