La venta de genéricos cae hasta cifras de hace cuatro años

SPC
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La libre elección en igualdad de precio y las preferencias de los laboratorios provocan el retroceso de las marcas blancas, que apenas supera el 51 por ciento de los medicamentos

Un farmacéutico muestra varios de los medicamentos genéricos que tiene en su establecimiento. - Foto: Arturo Pérez

El consumo de medicamentos genéricos, una de las bazas de los sistemas sanitarios para contener la factura farmacéutica, pierde peso. Si en 2007 se observó que el modelo había tocado techo, ahora se detecta que en Castilla y León cae por debajo de cifras de hace cinco años, las de 2014, cuando llegaron a representar el 55,54% del consumo de medicamentos. Así se desprende de los datos de Sacyl consultados por Ical, que arrojan que el patrón se repite en las nueve provincias y que poco a poco las marcas van recuperando el peso perdido.

El consumo de medicamentos de marca blanca, que con un menor precio tienen los mismos efectos terapéuticos, alcanzó los 26,49 millones de envases en 2018, frente a los 26,8 de 2014. Se trata de casi 305.000 unidades menos y todo pese al aumento de la edad de la población y de los enfermos pluripatológicos que aumentan los consumos. La razón reside en que hasta hace tres años, la venta dispensación de genéricos tenía preferencia sobre las marcas en igualdad de precio. Si bien, en 2016 se modificó la norma, lo que ha frenado la incorporación de genéricos de nuevos principios activos y el repunte de la dispensación de marcas, explicaron fuentes de la Consejería de Sanidad.

A ello se une que en los últimos años los principios activos que pierden la patente y pueden convertirse en genéricos cada vez son menos importantes, y que la guerra de precios provoca que los laboratorios apuesten por unos más que por otros, por lo que piden un marco regulador que potencie un sector que ha permitido un ahorro estimado de hasta 20.000 millones en España.

En cinco años, el consumo de genéricos ha perdido peso de manera progresiva. En concreto, un 1,14 por ciento en envases dispensados, al pasar de 26,8 a 26,45, mientras que el gasto se ha mantenido, con un ligero incremento del 0,88 por ciento, al evolucionar de los 170,98 a los 172,49 millones de euros. El cambio de rumbo se observa a partir de 2015, año con ventas de 27,06 millones de envases, que fueron ya 26,8 al año siguiente, y 26,4 en 2017. En importe, se pasaron de los 170,9 millones de 2014 a los 177,45 de un año más tarde, momento en el que el dato comienza a caer a 174,9 millones en 2016; 172,61 millones, en 2017, y los 172,49, del ejercicio pasado.

Al analizar los consumos, se observa que en cuatro de las nueve provincias repuntaron los datos de manera testimonial. El mayor aumento se dio en Palencia, un 2,53%, hasta 1,94 millones de envases; en Soria, un 1,61%, hasta los 984.830; en Burgos, un 0,96 por ciento, hasta 3,17 millones, y en Valladolid, un 0,14 por ciento, hasta los 5,52 millones. Por importe, hubo descensos en Zamora, con una caída del 4,38 por ciento, hasta los 14,3 millones; en León, un 2,11 por ciento, hasta los 35,6 millones; y en Salamanca, un 0,42%, 23,15 millones.