Rosalía Santaolalla

Sin entrar en detalles

Rosalía Santaolalla


Libertad o qué

06/05/2021

Le ha ido bien a Díaz Ayuso enarbolando la palabra Libertad durante toda la campaña sin explicar nada más para convencer. Ni ha hecho falta que contara su programa electoral. Después de enfrentar el concepto con el socialismo, el comunismo y con cualquiera que se cruzara en su camino, su campaña se quedó en eso, en que no se le cayera de la boca la palabra Libertad. A tenor de lo machacón del mensaje y del resultado, una entendería que los compañeros de Ayuso en el Partido Popular están a tope con la libertad, para todos y en todos los ámbitos. Y no me refiero a la de tomarse unas cañas hasta las doce de la noche en el interior de un bar.
Me lo pregunto porque han sido los populares en Burgos los que han propuesto la idea de que colectivos como Espacio Tangente presenten una propuesta de programación para que el Ayuntamiento escoja qué actividades subvencionar y cuáles no. Huele de lejos a censura previa. Y esto a raíz de una exposición -bastante visitada, por cierto- que a quien más molestó fue a un grupúsculo de ultraderecha que dejó patente su descontento con su propia demostración de libertad, con desperfectos y pintadas en el local de Valentín Jalón.
Aquella muestra, la de Abel Azcona, era una selección de algunos de sus trabajos a lo largo de su trayectoria. Obras en las que habla sobre el abuso sexual, la explotación infantil, la pederastia, el terrorismo o la prostitución. La puesta en escena y el posicionamiento del artista pueden impactar, incluso desagradar al espectador. Lo preocupante sería que no lo hiciera, teniendo en cuenta esos temas. Y ya está, de eso trata a veces el arte. De incomodarte, hacer que te revuelvas, mostrarte realidades con las que te haces la encontradiza. Personalmente, sentí esas y otras cosas cuando acudí a verla. 
Me alegro de haber tenido la oportunidad de verla aquí, en un espacio que en los últimos 20 años ha dado cabida a cientos de proyectos y de artistas, muchos de ellos locales, con una aportación municipal que dista mucho de ser cuantiosa. Estaría bien que nuestros munícipes recordaran que en el mundo de la cultura hay tantas sensibilidades distintas como puede haber, por ejemplo, en un salón de plenos. Lo de gobernar para todos.