Descenso matemático del UBU Tizona

C.P.
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La derrota ante el Real Canoe y los resultados de sus rivales condenan a los burgaleses a la LEB Plata

Lluís Riera, entrenador del Tizona, junto a Ayoze Alonso (d.). - Foto: Valdivielso

El UBU Tizona no ha podido mantener la categoría en el año de su regreso a LEB Oro. El equipo burgalés ha pagado muy caro el mal balance con el que llegó a la segunda fase de la competición y la derrota del pasado viernes en la cancha del Real Canoe madrileño dio la puntilla a los pupilos de Lluís Riera, que se han quedado sin opciones de salvación a falta de tres jornadas para la conclusión de la campaña.

La victoria del Levitec Huesca ante el Melilla Sport confirmó lo que se vaticinaba desde hace algunas jornadas. Los azulones no han conseguido tener regularidad ni en el juego ni en los resultados, a pesar de que se reforzaron a mitad de la campaña en busca de una reacción, y no han podido lograr la permanencia.

Su inicio de temporada, con Jorge Elorduy en el banquillo, dejó mucho que desear y, además, la plantilla se vio afectada por un brote de coronavirus. La dirección deportiva apostó por Lluís Riera para darle un cambio de rumbo al proyecto y, a sus órdenes, el Tizona logró algunas victorias de nivel, pero el cuestionable formato de competición impidió que las acumulara de cara a la segunda fase.

Se presentó en el Grupo de la Permanencia con tan solo un triunfo y, a día de hoy, ya suma cuatro, un botín insuficiente para meterse entre los cuatro primeros. No hay que olvidar que la Federación Española de Baloncesto (FEB) estipuló hasta cinco plazas de descenso para la presente temporada. 

Halo de esperanza. En estas tres jornadas que restan, el Tizona tratará de quedar lo más arriba posible por si hay una reestructuración de la categoría y se amplían las plazas o si alguno de los clubes que deben ascender de LEB Plata renuncian por motivos económicos.