La danza más versátil regresa al Teatro Real

Agencias
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De la mano de Joaquín de Luz, la Compañía Nacional vuelve al coliseo madrileño dos años después con tres piezas «de gran nivel»

Tres integrantes de ‘Apollo’, de George Balanchine.

Bajo la dirección de Joaquín de Luz, la Compañía Nacional de Danza (CND) regresa al Teatro Real con un programa «versátil» que incluye las coreografías Apollo, de George Balanchine, y Concerto DSCH, de Alexei Ratmansky, así como White Darkness, de Nacho Duato, «con una música que es una joya».

«Es todo un honor estar aquí con la que está cayendo», manifestó De Luz en la rueda de prensa de la presentación de este proyecto, en la que se mostró «entusiasmado» de volver al coliseo madrileño dos años después de la última interpretación sobre esas tablas con «piezas de nivel» de danza clásica y contemporánea que se podrán ver en un total de cuatro funciones, que se celebrarán mañana, el viernes 20 y el sábado 21 en sesión doble.

«La música de este programa es una joya. No concibo la danza sin música, me parece de vital importancia», aseguró el director de la CND, que participará mañana en la pieza Concerto DSCH con Gonzalo García, entre otros bailarines.

'White Darkness’ supone la reconciliación de Nacho Duato con la compañía que dirigió hasta 2010. 'White Darkness’ supone la reconciliación de Nacho Duato con la compañía que dirigió hasta 2010. Precisamente, cuando Alexei Ratmansky estrenó esta coreografía en el New York City Ballet, fueron Joaquín de Luz y Gonzalo García los bailarines principales, una experiencia que se reproducirá en el Teatro Real.

«Es una pieza redonda, que emociona, con sentido del humor y muy física», aseguró el madrileño, contando que, incluso, ha realizado un ensayo con Ratmansky vía zoom. «Su entusiasmo ha traspasado la pantalla», manifestó el artista, para quien, en estos momentos, «emocionar es muy importante».

Joaquín De Luz, que asumió el cargo de dirigir la Compañía Nacional de Danza en marzo de 2019, en sustitución de José Carlos Martínez, subrayó que este programa es «una declaración de intenciones» de lo que quiere para «mejorar» la calidad de la CND.

‘Concerto DSCH’ se ha llegado a ensayar a través de videollamada con su creador, Alexei Ratmansky. ‘Concerto DSCH’ se ha llegado a ensayar a través de videollamada con su creador, Alexei Ratmansky. Así, calificó a Apollo, estrenada por los Ballet Rusos de Diághilev en París en 1928, como «icónica, moderna, nada antigua», una pieza que abre la programación y que fue la primera colaboración entre George Balanchine y el compositor ruso Ígor Stravinski.

La última coreografía y la única que ya se representó en el Real es White Darkness, con la que Nacho Duato empuja a reflexionar sobre el mundo de las drogas, sus consecuencias individuales y sociales, la destrucción y la oscuridad a la que conducen.

«Es una pieza de arte», sostuvo De Luz sobre una obra con la que Duato se reconcilia con una compañía de la que el artista valenciano fue director artístico desde 1990 hasta julio de 2010. 

«Es una suerte que se involucre con la compañía», aseguró el ahora responsable de la CND, que se formó en la escuela de Víctor Ullate y que el próximo mes de diciembre presentará una Giselle, «romántica con un final desgarrador».

 

Pistoletazo de salida

De Luz estuvo acompañado en la rueda de prensa por Ignacio García-Belenguer, director general del Teatro Real, y Joan Matabosch, director artístico del coliseo de la capital.

García-Belenger explicó que este programa, que forma parte del abono danza, espera cerrar el aforo en un 67 por ciento, del que 2.072 son abonos y 2.369 han salido a la venta.

Tres coreografías con otros tantos grandes compositores como protagonistas: Ígor Stravinski, Dmitri Shostakóvich y Karl Jenkins, interpretados por la Orquesta Titular del Teatro Real bajo la dirección del maestro Manuel Coves, con participación especial del pianista Luis Fernando Pérez para la coreografía Concerto DSCH.

Después de suspender la visita del ballet de Múnich por la pandemia de coronavirus, este proyecto será el primer espectáculo de los programados originalmente, en el que también participará otro bailarín invitado, Sergio Bernal.

«Voy a seguir trayendo bailarines invitados, estamos en un momento de tender la mano», aseguró con solidaridad Joaquín de Luz, quien consideró que «no hay nada como bailar en casa».

Y ahora, riguroso y empático, el artista madrileño volverá al Teatro Real con la intención de aunar la danza clásica y la contemporánea. «Ser bailarín es una identidad, no una profesión», zanjó.