Las causas que originaron el espectacular incendio que tuvo durante horas en vilo a Miranda la tarde del 16 de marzo aún no están claras. A pie de calle, uno de los propietarios aseguraba a los Bomberos que podía haber sido una estufa que tenía encendida. Sin embargo, las investigaciones policiales parecen descartar esta opción y apuntan a que el fuego comenzó en un piso que está vacío. Según ha podido saber este periódico, el dueño del mismo afirma que el consumo eléctrico está dado de baja porque no reside nadie hace tiempo, pero quizá pudo producirse un cortocircuito en la instalación. A partir de ahí, como la estructura del edificio es de madera, las llamas se propagaron rápidamente y los bomberos tardaron horas en poder sofocarlas definitivamente.  

Han pasado tres semanas desde que entonces y los vecinos de los número 6 y 8 de la calle Concepción Arenal permanecen fuera de sus casas y ni siquiera saben cuando podrán regresar a sus domicilios. Los dos portales que más daños han sufrido están precintados y a los propietarios únicamente se les permite acceder de forma ocasional y controlada, para recoger cosas personales. 

Aunque los técnicos municipales han comprobado que la estructura no presenta riesgo de derrumbe inmediato, sí ha sufrido desperfectos considerables que han dejado las viviendas inhabitables (...)

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