Prueba de fuego contra el Tordesillas

J.A.D.C.
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La Arandina buscará mañana domingo seguir creciendo en competición a costa del equipo vallisoletano y recuperar de paso el terreno perdido respecto a la zona de playoff (18.00h.)

El delantero burgalés Diego Abad volverá a liderar una vez más el ataque ribereño junto a Fran Adeva - Foto: Julio Calvo Recio

Regresa la competición en el Grupo VIII deTercera División para la Arandina. El conjunto ribereño recibe mañana domingo en casa al Atlético Tordesillas (18.00h.), en un encuentro exigente para los blanquiazules que bien podría elevar los ánimos de los aficionados locales de conseguirse la victoria, pero que, como ha indicado el propio técnico, Jordi Fabregat, se antojará difícil porque «no se pasa el duelo de haber perdido en Bembibre igual compitiendo que tras quince días de espera».

Sin embargo, y siempre positivo, el preparador de Tortosa ha expuesto en rueda de prensa previa que «el equipo ha entendido bien los mensajes desde la última derrota», por lo que confía en sus jugadores plenamente para hacer frente a un conjunto vallisoletano que, a pesar de no haber comenzado tampoco el curso de la manera más regular posible, a buen seguro pondrá las cosas complicadas a orillas del Duero.

Y es que, tras hacer balance de los últimos resultados y centrarse en los principales aspectos a corregir, Fabregat es conocedor de que el choque frente al club rojiblanco se ha convertido en un escenario decisivo para reengancharse a la zona alta de la tabla. Un «partido vital e imprescindible» que, a pesar de todo, no debe generar «inseguridades» o «duda» en los futbolistas ribereños porque éstos tendrán que trabajar con plena concentración durante los noventa minutos para tratar de llevar el peso del partido frente a un rival que saldrá a tratar de «tú a tú», y que buscará «combinar desde atrás para romper las líneas de presión» locales.

No pillará de sorpresa. Estudiado por el cuerpo técnico blanquiazul, y mezcla de veteranía y juventud, el propio Fabregat ha reconocido que el rival del domingo se trata de un adversario «muy bien trabajado y que sabe a lo que juega». Un conjunto que «ataca mejor que defiende», y ante el que habrá que buscar la iniciativa para dominar el juego e impedir que el Tordesillas desgaste a los suyos acaparando el balón.