Cayetano, con una oreja en su segundo toro y último de la tarde, ha salvado la tercera del cartel de la Feria de San Pedro y San Pablo. El torero madrileño ha sabido estar por encima de los astados que le han tocado en suerte, es especial el segundo, y se ha ganando el único trofeo de la tarde. La grada, incluso, pidió puerta grande para él, pero los animales de La Palmosilla pudieron ciertamente difícil que así fuera.

Cayetano destacó por su temple ante un toro justo de fuerzas, en la línea de lo visto hasta ese momento. Cayetano logró sacarle al toro todo lo que tenía, especialmente por el pitón izquierdo, con pases de pecho certeros y de calidad, y acabó ganándose una oreja y la ovación del Coliseum tras una buena estocada final. No lo había tenido fácil tampoco en su primer ejemplar, al que recibió a portagayola pero que ya en su entrada al coso demostró su justeza. A partir de entonces, un constante intento del diestro por sacarle jugo a un astado flojo, lo que agradeció la afición pidiendo un trofeo que no se le concedió.

Menos suerte y también menos afán mostraron Morante de la Puebla y Miguel Ángel Perera. Al cigarrero el primero se le cayó por falta de fuerzas pese a un inicio esperanzador y els egundo tuvo que ser devuelto a corrales, no solucionando gran cosa el sobrero, por lo que Morante se vio obligado a matar a ambos astados por la vía rápida, pasando por la Feria que le dio la alternativa en 1997 sin pena ni gloria.

En cuanto a Perera, intentó realizar tandas largas con el capote, pero la liviandad del animal lo impedía. El extremeño se supo adaptar al toro, pero acabó perdiendo la oreja que tanto había sudado por matar mal, con un pinchazo, estocada y dos descabellos. En el quinto, el público pidió que el toro fuera devuelto, pero la Presidencia no aceptó la invitación y poco pudo hacer Perera.