Juan Maiques

Plaza Mayor

Juan Maiques


Me voy pero casi que me quedo

22/10/2021

La política municipal nos está dejando un otoño de lo más calentito. En apenas una semana hemos asistido a dos dimisiones, aunque en poco se parece una a la otra. Mientras el concejal de Podemos, Israel Hernando, anunció que se iba y se fue, el de Cs, Julio Rodríguez-Vigil, comunicó ayer que se marcha pero que también se queda.
Probablemente el edil de la formación naranja no ha sido precisamente bien asesorado y hablar de los suyos no se lo han puesto fácil no parece la mejor explicación tras conocer lo que hoy publica este periódico. En apenas un año en el Ejecutivo local ha logrado algo muy difícil: tener un enfrentamiento brutal tanto con los máximos responsables técnicos de la Concejalía de Vías Públicas como con los de la de Licencias.
Dice Rodríguez-Vigil que se queda para representar a los burgaleses desde una opción de centro y haciendo oposición, pero obvia que fue elegido por ir en la lista de su partido. Listas, por cierto, que son cerradas y no abiertas como en otros países.
Nunca el ciudadano de a pie ha entendido (salvo en casos clamorosos) lo de los concejales no adscritos, cuyas aportaciones a la política municipal (la hemeroteca es testigo de ello) no han sido precisamente para enmarcar. Poco recuerdo han dejado, más allá de cobrar mensualmente por sus asistencias a plenos y comisiones.
Ya había quedado meridianamente claro que el concejal, con los técnicos en su contra, no podía continuar ni un minuto más al frente de Licencias. Y si se asume que uno ha fracasado en esa gestión, se debe asumir también que lo mejor no es quedarse sino dar la oportunidad a otros. Eso, por no hablar de las acusaciones tan graves que pueden leer en las páginas del Diario y que, a buen seguro, darán que hablar.