Actuación contra las goteras en la residencia de Oña

S.F.L.
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Los empleados denuncian que cada vez que llueve algunas zonas del centro se «inundan» y reclaman un mayor mantenimiento en el resto de las instalaciones

Los trabajadores critican la falta de sombra en los jardines y la inclinación de los mismos. - Foto: DB

Las auténticas ‘cascadas de agua’ que surgen en la residencia San Salvador de Oña cada vez que llueve con fuerza tienen los días contados. La Diputación va a invertir «cerca de 20.000 euros» en impermeabilizar la terraza de uno de los tres pabellones del centro, en el que se han detectado los problemas de goteras.

Concretamente, se actuará sobre el deambulatorio y el patio de la cafetería y según la diputada de Bienestar Social, Inmaculada Sierra, los trabajos «comenzarán en breve, una vez que mejoren las inclemencias del tiempo, aunque ya está todo preparado», declara. Con estas obras de mejora la administración provincial pretende zanjar los problemas con las filtraciones, que resultan «demasiado habituales para tratarse de un edificio de diez años», declara un representante de los trabajadores.

Sin embargo, aquellos que día a día acuden a su puesto de trabajo consideran que existen una serie de «graves desperfectos» que han denunciado en reiteradas ocasiones pero que continúan sin reparase. «Han pasado más de 3.600 días del lejano 1 de mayo de 2011, en el que nos trasladamos a la nueva y flamante residencia de mayores y actualmente parecen más antiguas estas instalaciones que las dependencias monacales usadas en el pasado durante 4 décadas», declara otro compañero. A pesar de que la residencia cuenta con una persona encargada del mantenimiento y de los viajes que surgen en el día a día, los empleados enumeran una gran cantidad de desperfectos que urgen de una rehabilitación. «Tenemos sillas y sofás en mal estado que se rompen con bastante frecuencia, ventanas estropeadas, jambas de puertas que se caen, azulejos de los baños que se desploman con un estornudo, puertas metálicas que no ajustan y pulsadores de cisterna que han desaparecido», declaran con resquemor.

Pero sitúan en los jardines, donde los pacientes iban a disfrutar de unos espacios «ociosos y saludables, el mayor desastre constructivo» del centro. «No hace falta más que darse una vuelta por dichas zonas para apreciar su falta de función al estar en pendiente, por lo que resulta imposible caminar  a causa del riesgo de caídas que suponen a los residentes. Los árboles que se plantaron generan menos sombra que el palo de una escoba», critican.

Representantes sindicales de los empleados aclaran que existe un doble sentimiento generalizado. Por un lado, una gran satisfacción personal al trabajar en la residencia de la villa, por las relaciones forjadas entre compañeros pero también con los usuarios. «Por parte de los residentes y sus familiares existe una comodidad y un bienestar al disponer de una residencia bastante buena a su disposición y nosotros realizamos las funciones siempre dando el cien por cien», afirman. No obstante, las «carencias y fallos» en las instalaciones provocan por otro lado un sentimiento de desesperación a la plantilla, que considera que la «los defectos estructurales y de mantenimiento parece no importar».

Ante tales recriminaciones, Sierra manifiesta que el servicio de mantenimiento se encarga de ejecutar las reparaciones requeridas. «Imagino que se llevan a cabo, porque cuando firmo facturas veo que se compran materiales para este tipo de trabajos», indica.  

Dos contratados para conservación hasta fin de año. La Junta ha otorgado a la administración provincial una subvención contemplada dentro del programa Covel para contratar preferentemente a personas desempleadas de entre 35 y 45 años con cargas familiares o parados de larga duración con el fin de que acometan distintas funciones.

La Diputación, consciente de que algunos espacios de la residencia San Salvador necesitan una rehabilitación, contratará a partir del 1 de junio y durante seis meses a dos empleados que ejecutarán labores de mantenimiento general, tales como el «pintado de todas las habitaciones».