Reclutan a burgaleses para una investigación sobre la covid

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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El proyecto CIDS comenzará analizando a familias con varios miembros afectados para conocer qué ocurre cuando el virus entra en una casa. Se le ha puesto ese nombre como un guiño al héroe castellano por parte del investigador Adolfo García-Sastre

Atención Primaria recluta a pacientes para la investigación sobre la covid que impulsan Burgos y Nueva York.

En el ámbito científico anglosajón es frecuente que el nombre que se da a una investigación sea un acrónimo que haga alusión a otra palabra de referencia para un colectivo o para una comunidad o a un objetivo concreto. Esta es la razón por la que el estudio sobre la covid-19 que han puesto en marcha la Facultad de Medicina del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, la Gerencia de Atención Primaria de Burgos, la Universidad de Burgos (UBU) y el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) se llama CIDS, que son las siglas en inglés de ‘Estudio de la Enfermedad Infecciosa por Coronavirus’. A Adolfo García-Sastre, director del departamento de enfermedades infecciosas y del Instituto Global de Salud y Patógenos Emergentes del centro neoyorquino, alma máter de este proyecto y burgalés militante, le pareció un guiño estupendo al héroe castellano que esta colaboración se llamara como él. Pues bien, este singular Campeador de la ciencia comienza a cabalgar de forma inmediata. 

La Gerencia de Atención Primaria empieza este mismo lunes a invitar a los burgaleses a que participen en este trabajo que se propone descubrir cuáles son los factores que determinan que unas personas enfermen más gravemente que otras después de infectarse con este coronavirus, «con el objetivo de poder protegerlas mejor y desarrollar estrategias que hagan posible controlar la pandemia», según explican dos de los investigadores, Juan Ayllón, director del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Burgos y Ángel González de la Fuente, médico de Familia, técnico de Salud Pública y profesor de la UBU. Ambos, junto con el propio García-Sastre, con Teresa Aydillo, del departamento de Microbiología del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Monte Sinaí, y con Luis Buzón, jefe del servicio de Medicina Interna del HUBU, componen el equipo que va a analizar el  coronavirus en Burgos.

No todo el mundo puede participar en este estudio. Así, serán convocados, a través de la Gerencia de Atención Primaria, los pacientes que tengan un diagnóstico positivo de covid-19 por PCR o test de antígenos y sus convivientes (a ser posible más de uno), ya que los investigadores pretenden conocer cómo se comporta el virus «cuando entra en una casa». Más adelante, el estudio incorporará también a las personas que se vayan vacunando contra el SARS-CoV-2. 

El proyecto CIDS comenzará analizando a familias con varios miembros afectados para  conocer qué ocurre cuando el virus entra en una casa.El proyecto CIDS comenzará analizando a familias con varios miembros afectados para conocer qué ocurre cuando el virus entra en una casa.

Los responsables del trabajo se pondrán en contacto telefónico con los pacientes que hayan dado positivo y cuando estos acepten incorporarse al mismo -algo que es voluntario y no remunerado- les explicarán en detalle en qué consisten las pruebas que van a realizarles para conseguir las muestras que más tarde se analizarán en el Hospital Monte Sinaí: Un equipo de Enfermería de Atención Primaria acudirá a su domicilio a hacer una toma de muestras de sangre y un frotis nasal en diferentes momentos a todos los convivientes, estén contagiados o no, pues ambas circunstancias aportan información muy útil para el objetivo de la investigación. Después de la primera visita, las extracciones se repetirán a los tres y siete días y se hará una última visita, una vez superada la infección, entre los treinta y los sesenta días. El uso que se dará a las muestras de fluidos extraídos es -indican Ayllón y González de la Fuente- estudiar si se desarrolla una respuesta adecuada a la enfermedad y diferenciar lo que sucede en pacientes leves comparado con los efectos en pacientes más graves. Las muestras se enviarán a Estados Unidos gracias a la colaboración que califican de «imprescindible» de los laboratorios de los servicios de Análisis Clínicos y de Microbiología del Hospital Universitario de Burgos. 

La participación se espera que alcance a unas 300 personas aunque Ayllón y González de la Fuente señalan que cuantos más pacientes se incorporen más enriquecedor será el trabajo y, por lo tanto, los resultados. El CIDS ha sido revisado y aprobado por el Comité de Ética de la Investigación con Medicamentos del Área de Salud de Burgos y Soria -cuya tarea es garantizar que las personas incluidas en el estudio estén protegidas contra cualquier tipo de daño- y cuenta con la revisión del Comité Ético de la Facultad de Medicina del Hospital Monte Sinaí, institución que, además, aporta financiación y un material puntero. La UBU incorpora también apoyo económico y logístico y la Gerencia de Atención Primaria y el HUBU (Sacyl), recursos humanos y estructurales. 

«Datos reales». El virólogo Adolfo García Sastre agradece de antemano la colaboración de los burgaleses: «Esperamos que este estudio sea de gran ayuda para implementar mejores medidas de contención del virus basadas en datos reales que solo podemos obtener con la participación de los voluntarios». Por su parte, Teresa Aydillo, que es la investigadora principal, pone el acento en que este trabajo servirá no solo para conocer en profundidad el número de infectados o vacunados en Burgos sino que también se podrá saber si se ha adquirido inmunidad de rebaño y por cuánto tiempo. A su juicio, un estudio de estas características beneficia en gran medida a la población desde el punto de vista comunitario: «Yo soy de Sevilla y si este estudio se propusiera allí, no dudaría en animar a amigos y familiares a participar».

Para Ayllón, esta colaboración «implica combinar dos aspectos fuertes, el Sistema Nacional de Salud español y la capacidad investigadora y experiencia técnica de un laboratorio de referencia internacional»: «En lo personal, el poder seguir trabajando con Adolfo, con quien he estado tantos años, desde Burgos y desde la UBU y contribuyendo así al desarrollo de mi ciudad, es simplemente la mejor perspectiva profesional que me podía plantear». Ángel González de la Fuente, destaca que esta investigación viene a reforzar aún más el valor de la Atención Primaria, que tan visibilizada ha sido durante la pandemia: «Hemos sido capaces de hacer cosas que no imaginábamos: PCR desde el coche, rastreo, cribados poblacionales, vacunación… Hemos demostrado ser todoterrenos y camaleónicos, pero somos mucho más que todo eso. Cuando todo esto pase, tendremos que volver a hacer promoción de la salud, prevención de la enfermedad, participación comunitaria, empoderamiento del paciente y seguimiento del crónico. Y tenemos que empezar a ser, de una vez por todas, investigación de primer nivel: Este es el mensaje que queremos enviar a la población con este estudio».

Finalmente, Luis Buzón, jefe del servicio de Medicina Interna del HUBU, afirma que es un privilegio participar en este proyecto: «Establecer un vínculo de colaboración estable con el Hospital Monte Sinaí en Nueva York es algo que la sanidad pública burgalesa, la universidad y esta ciudad no deben desaprovechar».