Desde que estalló la pandemia se convirtieron en dos de los sectores más afectados por las continuas restricciones, pero en estos momentos tanto hostelería como comercio pueden respirar una cierta calma con el ansiado fin de los aforos en los establecimientos. El martes pudieron eliminar ya estos límites, paso previo a la antigua normalidad, lo que se valora con gran optimismo en ambos sectores y en estos primeros días lo que más se ha percibido es que afecta especialmente a lo emocional. El sentir que se recupera, en cierta forma, lo que la pandemia había ido quitando y ahora llega el momento de afrontar esta nueva situación analizando todos los nuevos hábitos y realidades que ha dejado la crisis sanitaria.
En la hostelería este cambio se notará principalmente durante el fin de semana, ya que hay un número mayor de clientes al sumarse turistas a los burgaleses en especial en el centro histórico. En ese momento sí influirá ya el hecho de poder trabajar al cien por cien del aforo. Entre los más beneficiados se encuentran los bares de menor tamaño y también en los que hayan podido añadir alguna mesa más. «Es una vuelta a la calma, una vuelta a la normalidad», asegura Fernando de la Varga, presidente de la Federación de Hostelería. Cree que ahora llega el momento de abordar cómo evoluciona el sector en los próximos meses y a partir de ahí deben enforcar los establecimientos a una época postcovid que esperan que sea en breve.
En los comercios no han percibido un gran cambio estos días por la eliminación de aforos y «es más emocional que real», expresa Consuelo Fontecha, presidenta de la FEC (...).
Ya no es necesario comprobar las personas que entran a la vez a un comercio. - Foto: Jesús J. Matías(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este lunes o aquí)