El secretario general de UGT en Castilla y León, Faustino Temprano, afirmó hoy que tras los resultados de las elecciones de ayer desde su sindicato ven “una nueva oportunidad para formar un gobierno progresista en España” y advirtió de que “no se puede volver a unas terceras elecciones”.

“La izquierda suma mucho más que la derecha y exigimos a todos que tengan responsabilidad de Estado, que se tenga en cuenta los resultados de ayer, porque no sería permisible volver a nuevas elecciones”, sentenció.

“El resultado abre una segunda oportunidad para una izquierda de progreso”, dijo a Ical, aunque asumió que para eso “se necesita que los responsables políticos tengan menos tacticismo y piensen más en los problemas del país, los sociales y los territoriales”. “Deben dejar de lado las cuestiones de carácter personal, con el reto de alcanzar un acuerdo que solucione los problemas de la sociedad”, incidió.

El líder de UGT defendió la necesidad de que los responsables políticos se pongan a pensar en los ciudadanos, porque “hay mucha gente que está sufriendo, padeciendo”. “Es posible un gobierno de izquierda”, repitió, para reseñar que “la derecha no suma para poder gobernar”.

En este sentido, reclamó “diálogo” y que se sienten cuanto antes en una mesa para “resolver los problemas de carácter territorial desde la Constitución y los estatutos de autonomía, alejándose de los “planteamientos de la extremada derecha”.

Temprano analizó los resultados y constató que “está claro” que “la izquierda perdió ocho representantes, seis a favor de la derecha y dos para los nacionalista” pero explicó también que Ciudadanos “estaba en el no es no y ahora también se puede permitir apoyar que haya un gobierno”.

En este sentido, comentó que desde UGT no ven problemas para que se produzca la investidura, sino después para alcanzar acuerdos de gobierno.

En cuanto al auge de VOX, explicó que procede del “descalabro” de Ciudadanos, no sólo por su errónea postura nacional, sino también por su política en las autonomías donde gobierna, como Castilla y León y Andalucía, donde los habitantes esperaban otros planteamientos de sus dirigente.

El voto, dijo, “se ha se ha ido a la extrema derecha”, y afirmó que se trata de “un voto populista, que viene de gente muy cabreada por la situación de ingobernabilidad del país”.