Los pecados blancos

Agencias
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La derrota ante el City deja en el aire muchas incógnitas en torno al equipo de Zidane

A pesar del tropiezo, Courtois fue uno de los mejores del Real Madrid ante los británicos. - Foto: SUSANA VERA

El Real Madrid quedó al borde del abismo el pasado miércoles tras la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, por una nueva lección de Pep Guardiola en el Santiago Bernabéu, donde el Manchester City remontó aprovechando los errores de un conjunto merengue que afronta el ‘clásico’ del domingo con muchas incógnitas.

La lección de Pep

Estudioso enfermizo del juego, Pep Guardiola confesó que los 10 días de parón que tuvo en la Premier los dedicó a ver partidos del Real Madrid y encontrar soluciones a las variantes tácticas introducidas por Zinedine Zidane. Y lo plasmó en el césped con una nueva lección de estrategia. Sorprendió con su equipo titular, renunciando a jugadores del perfil del 'Kun' Agüero, Sterling o David Silva para subir la presión y evitar que los jugadores merengues pudieran correr al espacio como les gusta. Jugó en largo buscando sus puntas que caían a banda para dejar sin referencias a Ramos y Varane a los que atacó en diagonales. 

Carvajal

No se le recuerda un partido con más errores a Carvajal en el Real Madrid. Impreciso en el pase, provocó varias situaciones de riesgo en el primer acto. No mejoró en el segundo, superado en la acción del tanto del empate que llega desde su banda y cometiendo un penalti evitable que coloca al Real Madrid en una situación de riesgo extremo. Fue al suelo ante la velocidad de Sterling como si fuese un novato y no un futbolista de su experiencia. Su error evitó un empate que tras lo visto en el terreno de juego era mal menor ante las ocasiones del City salvadas por Courtois y provoca que los de Zidane tengan que firmar una proeza con varios goles en el Etihad.

Desplome mental

Reapareció la imagen de un equipo blanco frustrado y débil mentalmente. El problema no fue físico, con un bloque que se lanzó por más cuando llegó el tanto de Isco. Apunta a lo mental y a las heridas del pasado. Los jugadores se desconectaron del partido en cuanto recibieron el golpe del empate y ya no tuvieron respuesta. Los errores se pagan caros en una competición como la Liga de Campeones. Acabó encajando un segundo, perdiendo al capitán Sergio Ramos por su expulsión tras un nuevo error de un desconocido e impreciso Casemiro y pudiendo incluso encajar un tercero que habría dejado cerrada la eliminatoria.

Falta de gol

Para pelear por cualquier título hace falta tener más poderío ofensivo. Sin Eden Hazard, gafado por las lesiones, el bloque de Zidane queda a expensas de un delantero como Karim Benzema que nunca fue ‘9’ puro. Las variantes eran Rodrygo, en la grada, y un Luka Jovic que se ha alejado de la imagen demoledora en el remate que mostró la pasada temporada en Alemania. El apagón de Benzema tiene al equipo de Zidane a oscuras. Ningún gol en cinco partidos en los que el proyecto se desploma. 

¿Y el fortín?

La magia de las grandes noches europeas se ha perdido en el coliseo madridista. Tres victorias en los últimos 10 partidos que ha acogido el Santiago Bernabéu en Champions es un lastre que convierte en una utopía pelear por volver a reinar en Europa. Los rivales ya no juegan intimidados ante la grandeza del Madrid y el ambiente de su estadio. Clubes de panorama medio a nivel europeo como CSKA Moscú (0-3) o Brujas (2-2) han sacado algo positivo, mientras que conjuntos con historia como Juventus (1-3), Bayern de Múnich (2-2) o Ajax (1-4), destapan una realidad difícil de asumir para la afición merengue.