La presión asistencial que sufre el Hospital Universitario de Burgos al acoger pacientes de toda la provincia que precisan internamiento en UCI por la covid-19 ha llevado a sus responsables a tomar en consideración la alternativa de derivar operaciones al Hospital de los Santos Reyes, que no ha paralizado su actividad quirúrgica salvo al principio de la primera ola de la pandemia. Después de consultar hace semanas la posibilidad, ahora se ha concretado en el acuerdo al que han llegado los responsables de sendos centros hospitalario de trasladar a Aranda las primeras 20 intervenciones quirúrgicas.
Los pacientes que se derivarán al centro hospitalario ribereño son de las especialidades de Cirugía General y de Digestivo. «Vamos a empezar operando hernias umbilicales, crurales e inguinales, y posteriormente, si todo va bien, otro tipo de patologías», especificó el director del Hospital de los Santos Reyes, Evaristo Arzalluz, para añadir a continuación que el mantenimiento de esta línea de colaboración «depende como vaya todo en Burgos y aquí, y desde el punto de vista patológico porque si mantiene como ahora podemos seguir ofreciendo este servicio».
Los traslados de estas intervenciones a Aranda comenzarían la próxima semana y en ningún caso afecta a los pacientes pendientes de una intervención en Aranda. «Si se lo hemos ofrecido es porque tenemos problemas para llenar el parte quirúrgico; no encontrábamos pacientes, tenemos anestesistas, tenemos cirujanos, tenemos quirófanos pero no pacientes porque la semana pasada quedaba media docena en la lista de espera de Cirugía General, parecido está Digestivo, aunque de Traumatología y Urología sí que hay lista de espera», puntualiza Arzalluz.
El procedimiento para llevar a cabo estos traslados quirúrgicos parte de los jefes del servicios correspondiente del HUBU, que son los que tienen que seleccionar a los pacientes que proponen para ser operados en el Santos Reyes. «Van a empezar por los más antiguos en la lista de espera para proponerles que vengan aquí a operarse. Si accede, les enviarían con el preoperatorio ya hecho, solo venir aquí a operarse y volver», especifica el responsable del hospital comarcal, por lo que los recién intervenidos ni siquiera ocuparían cama en el centro arandino.
Una línea de colaboración entre centros hospitalarios que se entiende como lógica y deseable, más en tiempos en los que la atención hospitalaria está saturada por la pandemia. «Es interesante y estoy muy orgulloso de poder prestar este servicio y echar una mano al HUBU, porque ellos han colaborado con nosotros, nos han acogido sin poner ninguna pega a pacientes complicados para la UCI, qué menos que nosotros corresponder echándoles una mano», valora Arzalluz de manera positiva.