El arte de la paciencia

F. Trespaderne
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José Luis Barrio ha dedicado más de 2.000 horas y empleado 60.000 palillos para realizar la Catedral

El arte de la paciencia - Foto: Jesús J. Matías

Una caja de palillos, tijeras y pegamento, además de mucha paciencia y horas de trabajo, es lo único que necesita José Luis Barrio para reproducir con una exactitud milimétrica y cuidando hasta el más mínimo detalle cualquier monumento de Burgos o provincia. Una muestra del excelente trabajo de este artista de manos prodigiosas se puede contemplar en su casa de Carcedo de Burgos, donde los que se acercan no dejan de alabar las obras en las que ha invertido miles de horas y que ahora muestra con orgullo, dando todo tipo de explicaciones a los sorprendidos visitantes que llegan al garaje.

La pasión de Barrio por el arte y los palillos viene de lejos, en la muestra se puede ver la evolución que ha seguido, hasta casi llegar a la perfección, planteándose nuevos retos que planifica con el detalle de un arquitecto, aunque como materia prima solo tenga palillos. «Vivir tan cerca de este arte tan monumental me ha influido y voy a cualquier monumento y me paso horas contemplado todos los ángulos, sus líneas y dimensiones, el arte me fascina y en Burgos tenemos un arte sensacional», afirma Barrio, quien de joven se fue al seminario , «y allí me educaron en el sacrificio, y también en la vocación por esta afición».

Para este artista, sentarse durante horas a reproducir un monumento, «es sentarme a disfrutar porque me gusta y es algo que he realizado desde niño, empecé con quince años y ahora con más de sesenta estoy curtido y he sido capaz de reproducir la Catedral de Burgos, algo que creía que era imposible y que me ha llevado muchas horas de observación y de mediciones que realizaba los domingos cuando no había nadie», señala mientras muestra orgulloso su espectacular obra de la Catedral. 

Todos los monumentos, la Cartuja de Miraflores, la Casa del Cordón, el Arco de Santa María, etc., los realiza a escala 1/200, «para que vaya relacionado», asegura Barrio, quien durante muchos años trabajó en servicios técnicos de Bridgestone y dedicaba buena parte de su tiempo libre, con la aprobación de su esposa, a dar rienda suelta a una afición, «a la que ahora dedico mucho más tiempo porque estoy jubilado, puedo estar ocho o doce horas pegando palillos, otros días no hago nada, pero una media de seis u ocho diarias si que estoy».

millones de palillos. Lo mismo que ha perdido la cuenta de las horas que dedica a cada una de sus obras también desconoce el número de cajas de palillos que ha utilizado a lo largo de su vida como artista, «pero seguro que son millones, cientos de miles porque no todos valen, una tercera parte se rechazan porque están doblado o defectuosos», reconoce, a la vez que asegura que, «no hay dos palillos iguales». Barrio no utiliza cualquier marca de palillos y desde hace muchos años es fiel a los que se fabrican en la localidad de Oñate (Guipúzcoa), «que son de chopo». Solo para la maqueta de la Catedral ha utilizado, aproximadamente, unos 60.000 palillos «porque solo se aprovecha el centro».

Como suele ocurrir con todos los artistas, a Barrio también le cuesta decidirse por una de sus obras, pero apunta que aunque después de la Catedral ha realizado el Arco de Santa María, «de la que más orgullo estoy es de la Catedral» una obra a la que ha dedicado 2.000 horas de trabajo y a la que no pone precio. «No son para vender, salvo que viniera alguno con holgura, pero es muy difícil poner precio porque lleva mucha horas y además mi mujer no me deja venderlas... y la suelo escuchar mucho y me va bien, no quiero poner precio», insiste.

Antes de terminar una de sus obras, Barrio ya tiene en mente no una sino varias más y señala que, «me gustaría hacer el Castillo de Burgos; pero también tengo en la lista el monasterio de San Juan de Ortega y, por aquello de que es visigótica, la ermita de Quintanilla de las Viñas, a la que me acercaré en breve para tomar datos, y muchas iglesias del Camino de Santiago o Santo Domingo de Silos, es tan impresionante el arte que tenemos en esta provincia que es difícil elegir», pero en este caso ya parece tener decidido que sus próximas maquetas serán de Quintanilla de la Viñas y San Juan de Ortega, dos nuevos retos solo a su alcance.