Piratean un paseo virtual por Burgos con imágenes pedófilas

F.L.D.
-

La asociación Entramado ha denunciado a la Policía el 'hackeo' de una ruta por la ciudad que hicieron por videollamada el pasado sábado. Reconocen que estaban demasiado expuestos

Piratean un paseo virtual por Burgos con imágenes pedófilas

Cada año, la asociación Entramado Arquitectura y Ciudad organiza unos paseos por la ciudad que sirven para descubrir rincones menos visibles y también curiosidades que esconden las calles de Burgos. Esta iniciativa, denominada Jane Walks, se realiza a nivel mundial los primeros días de mayo en memoria de la divulgadora Jane Jacobs. Por culpa del coronavirus, el colectivo tuvo que cambiar de planes y realizar la actividad a través de internet. La coyuntura la aprovechó un pirata informático, que ‘hackeo’ la llamada virtual para introducir una imagen pedófila que dejó muy mal cuerpo a una treintena de participantes. Los hechos ya están en manos de la Policía Nacional. 

"Queríamos que se apuntase el mayor número de personas posible a estos paseos virtuales. Ya que no se podía hacer de manera habitual, por lo menos que fuera accesible para todo el mundo. Y ése creo que fue el mayor error", reconoce Carmen Francés, una de las organizadoras del evento. Esa voluntad de quererlo abrir a mucha gente fue para el malhechor una puerta gigante para boicotear la videollamada, generada a través de la aplicación Zoom, y ‘colar’ una imagen de muy mal gusto. "Creo que si te quieren entrar, el que quiere fastidiar lo puede hacer de cualquier forma, pero para la próxima aprenderemos", comenta resignada. 

Al verla, la asociación cortó la comunicación y volvió a generar una nueva para poder continuar con la ruta, eso sí, esta vez con contraseña, lo que impidió que la pudiera seguir la misma gente, algo que desde la asociación Entramados lamentan y así lo hicieron constar en Twitter. Asimismo, también pusieron en conocimiento de la Policía lo acontecido y denunciaron la situación a través de las redes sociales. 

Los hechos ya están en manos de los investigadores que se ocupan de resolver los delitos cibernéticos. Por el momento, no tienen noticias y tampoco tienen muchas esperanzas, dadas las circunstancias y las posibilidades que aporta internet, de que den con el culpable de la fechoría.