«Si el mercadillo no se celebra, todo Lerma se muere»

P.C.P.
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Titulares de los puestos, respaldados por la Asociación de Comerciantes y por el PP local, reclaman al alcalde que se adopten las medidas necesarias para retomar esta cita semanal

Los visitantes del mercadillo también dejan beneficios a la hostelería de la villa ducal. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Ayer tampoco hubo mercadillo en la Plaza Mayor de Lerma. El alcalde comunicó el jueves pasado que se mantiene en vigor el decreto de suspensión dictado el 11 de agosto, como consecuencia del aumento de contagios en Aranda de Duero y su zona de influencia. Vendedores ambulantes, con el apoyo de los comerciantes y del PP local, han intentado convencer al regidor de la posibilidad de retomarlo con un refuerzo de las medidas de seguridad pero todos sus esfuerzos han sido baldíos, lo que temen que afecte gravemente a la actividad económica de la villa ducal. «Si el mercadillo no se celebra, todo Lerma se muere», resume Laura Astorga.

Consideran que se trata de una decisión «injusta y discriminatoria» con respecto a otros emplazamientos de la provincia, en los que el mercadillo se ha mantenido o en el peor de los casos se ha retomado tras una suspensión. De hecho, las medidas de aislamiento impuestas por la Junta de Castilla y León y ratificadas por el juez a Aranda no han impedido que se celebre y en Espinosa de los Monteros, muy afectada por el virus en semanas pasadas, recuperó el martes.

El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Lerma ha registrado un escrito en el que reclama al equipo de gobierno socialista que facilite la reapertura de lo que considera «una fuente económica fundamental para Lerma y su entorno, gracias al impacto en el comercio y la hostelería local», al entender que «con una buena planificación» se  minimizan riesgos. Proponen, entre otras medidas, «una correcta y estudiada distribución de los puestos», la «ampliación del espacio» destinado a venta, el control de aforo y la toma de temperatura mediante el trabajo de personal municipal y el vallado adecuado del recinto, según el documento al que ha tenido acceso este periódico.

Los vendedores ambulantes han presentado su propia propuesta al alcalde, con todos los puestos de textil distribuidos por la Plaza Mayor y los de alimentación en la de San Blas, y su ofrecimiento a colaborar con el Ayuntamiento en el dispositivo, que también ha sido rechazada. DB ha intentado sin éxito contactar con el alcalde.

«Ya no sabemos qué más hacer. Es una desesperación total. Somos 40 puestos, y muchas más familias, las que dependemos de esto. El mes de agosto se pasa y después ya no hay más que hacer», lamenta la lermeña Laura Astorga, que recalca que en la zona de salud solo hay 4 positivos en los últimos 7 días.