Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


La pesadilla de Sánchez: Factura energética y el incremento del SMI

08/09/2021

Los esfuerzos por presentarse en público como un triunfador que encara el futuro con la seguridad de que prolongará su mandato porque que no hay dirigente en la oposición que pueda hacerle sombra, choca con dos muros que de momento son infranqueables para Pedro Sánchez: el debate que mantienen sus dos vicepresidentas sobre el salario mínimo interprofesional y, segundo, la factura energética. SMI y coste energético pueden provocar una indeseable pérdida de puestos de trabajo.

Podemos presenta la subida del SMI como un éxito propio porque formaba parte de los acuerdos de la coalición. Pero la CEOE ya ha alertado sobre lo que significa para las pequeñas y medianas empresas –las que han sobrevivido a la pandemia, que quizá no sobrevivan a la obligatoriedad de incrementar los costes salariales y por tanto también las cuotas de la Seguridad Social- y también la vicepresidenta Calviño no se esfuerza en demostrar su inquietud por ese incremento que considera completamente desacertado en el momento actual. Pero Sánchez se ha comprometido públicamente a subir el SMI de forma inmediata, ante el regocijo de la vicepresidenta Yolanda Díaz que, envalentonada por lo que considera un triunfo personal, ha propuesto que la subida sea con efecto retroactivo desde el 1 de septiembre, ante lo que Calviño ha puesto pie en pared porque lo considera inasumible. A ver quién gana la batalla, pero no hay economista, incluso de los considerados progresistas, que no alerte sobre lo inadecuado del momento de incrementar el salario mínimo, con la crisis que se está viviendo y la mitad de las regiones españolas con el 40 por ciento de sus jóvenes sin empleo ni perspectivas de encontrarlo a corto plazo.

Una de las razones de que la crisis sea comparable a la del 2008, incluso más grave, es el incremento de la factura energética. No hay día que no marque un nuevo récord y aunque Sánchez afirma que a finales de año se equiparará a la factura del 2008, ni lo cree lo mayoría de los españoles ni tampoco es un ejemplo esperanzador, porque es la fecha que hasta ahora marca el mayor incremento del coste energético y la llegada a empresas y hogares de unas facturas que ponían todas las cuentas del revés. Como ahora, con millones de familias y de pequeñas y medianos empresarios que no tienen la menor posibilidad de sobrevivir económicamente con esos recibos que, hoy, se han convertido en la pesadilla de la mayoría de los españoles.

Pedro Sánchez, como es habitual, echa la culpa a los otros. Cualesquiera, pero siempre otros. Las autoridades europeas, las empresas energéticas, los gobiernos anteriores que no tomaron las medidas adecuadas … No acaba de comprender que, con tres años de presidente de gobierno, él es el principal responsable de lo que ocurre en el país. De lo bueno y de lo malo. Y hoy lo que abunda es lo malo.