El conflicto del Hospital San Juan de Dios de Burgos, que anunció su cierre para el 31 de diciembre si la Junta de Castilla y León no aporta más dinero por la atención a los enfermos que le deriva, lejos de caminar hacia una solución, se va agravando y agriando. El anuncio de su clausura desató las dudas razonables sobre el futuro laboral de los trabajadores y el sanitario de los pacientes. Desde el gobierno autonómico, su presidente, habló el pasado viernes de segundas intenciones y de contravenir todo tipo de principios si se lleva a cabo el advertido cierre.

Ayer la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios remitió un comunicado a la prensa en el que responde a Herrera diciendo que se siente «ofendida por sus declaraciones públicas, que se deben a una información parcial e insuficiente por su parte». Y destaca: «Son precisamente nuestros principios y valores institucionales los que nos obligan a luchar por el bien de los enfermos y de los trabajadores en todos nuestros centros, y, en concreto, en nuestro Hospital San Juan de Dios de Burgos».

Los gestores del histórico y recientemente remozado centro sanitario del Paseo de la Isla afirman que «la Orden siempre ha estado dispuesta al diálogo, y continúa estando, como lo demuestran los 12 años de negociaciones que ambas partes llevamos manteniendo con los centros de Burgos, León y Palencia».

«Debido a las informaciones sesgadas ofrecidas por la Consejería de Sanidad de Castilla y León- continúa el escrito enviado a los medios de comunicación-, próximamente la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Provincia de Castilla, emitirá un comunicado explicando la situación real del Hospital de Burgos y que hará extensivo a todos los colectivos sociales y políticos».