Triunfo a domicilio incontestable para un Blasgón y Ceres muy serio que se mostró superior al Condes de Albarei Teucro de principio a final. Los burgaleses saltaron a pista muy motivados, con una gran defensa seis cero y una portería en momento dulce. También  hubo acierto en ataque con un siete metros y un primer contragolpe de los varios que desplegarían en la fase inicial del partido, 0-2 en el tres. Después y pese al gol rival y un lanzamiento al palo en otra contra, los amarillos siguieron rocosos en defensa y exhibiendo velocidad letal en ataque con una veloz transición, 1-6 en el minuto diez. La entrada en escena del local Dimitri, que supo encontrar el camino central muy bien, y las primeras imprecisiones, provocaron que el técnico Alberto Suárez parara el choque poco  ás tar-de, 4-7. Una inteligente decisión porque, de vuelta al juego, los de Aranda recuperaron las buenas sensaciones, 4-9, mientras que los gallegos volvieron a sufrir mucho en ataque posicional, también porque la portería burgalesa seguía muy fuerte. Entonces los azules cambiaron a una defensa cinco uno con presión muy arriba y algún fruto les dio, pero también aceleró más el juego y los arandinos volvieron a tener opciones de correr para anotar fácil, 7-11. En la parte final del primer periodo los gallegos arriesgaron demasiado. De hecho, los últimos minutos fueron de claro color amarillo y el Villa se marchó a los vestuarios con una nueva máxima, 9-16. 

En el reinicio, los discípulos de Luis Montes salieron encorajinados y sin dudas en su planteamiento de juego. Así, aunque con una seis cero bien replegada, de nuevo volvieron a jugar de forma ambiciosa. Los de Alberto Suárez no perdieron la calma y, como en la primera, marcaron el ritmo de partido y mandaron sobre su oponente, al que le costaba seguirle el paso, 14-23 en menos de diez minutos y paradón espectacular a bocajarro de la portería burgalesa. Y hasta ahí llegó el coraje de los teucristas porque, después, y aunque nunca dejaron de pelear ni de intentar correr todo lo posible, lo cierto es que el conjunto gallego se supo perdedor del choque. El paso de los minutos iría confirmándolo con una nueva máxima (15-29), superado el ecuador del periodo. De ahí a la conclusión, el duelo quedaría reducido a un mero entrenamiento donde el resultado ya no importaría porque estaba bien decidido. A la conclusión, 23-33.