"Es imposible evitar problemas sanitarios en la vendimia"

G. ARCE
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ENTREVISTA | Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera de Duero

Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero. - Foto: Patricia

Lleva siete años al frente del Consejo Regulador y, asegura, ninguno de ellos ha sido nada fácil, pero el actual ha roto todos los esquemas. Las vides lucen más hermosas que nunca y auguran una buena cosecha, pero su inminente vendimia será la más compleja e incierta que ha conocido, con la salud en vilo de los dos mil temporeros que esperan en la Ribera del Duero para los próximos días y con las bodegas con buena parte de su vino sin vender por la crisis en la hostelería. Enrique Pascual aseguran que están preparados y coordinados para lo que venga, insiste en que seguirán haciendo los máximos esfuerzos para elaborar, este año también, unos de los mejores vinos del mundo.

¿Cómo se están preparando para vendimiar con salud?

Estamos todos fuera de lugar por la situación que se nos ha venido encima. Hay desconcierto e intentamos ajustarnos a una situación difícil que requiere hacer las cosas lo mejor posible. Estamos dando pasos con la Consejería de Agricultura y el resto de autoridades para evitar al máximo posible los problemas sanitarios. Vamos a establecer un protocolo que establece unas pruebas de PCR para todos los temporeros que vengan de fuera de la comarca y soluciones para aquellos trabajadores que den positivo durante su estancia en la Ribera. Nos hemos reunido con los responsables del Hospital de los Santos Reyes y los alcaldes de Aranda de Duero, Peñafiel y San Esteban de Gormaz para definir la ubicación de los centros donde se harán las pruebas sanitarias y donde se pueda aislar a aquellos que den positivo en las mismas. Hay una buena sintonía y todos somos conscientes de que tenemos que poner todos de nuestra parte para que esto salga adelante.

¿Cuántos temporeros esperan?

Unos dos mil. La mayoría son inmigrantes procedentes de la Unión Europea y también hay marroquíes y latinoamericanos. Hay que mentalizar a todos -temporeros y también viticultores y bodegueros- de que, al igual que se exigen los papeles reglamentarios para desarrollar el trabajo, este año se exijan las pruebas del PCR. A este respecto tenemos una sintonía perfecta con la Consejería de Agricultura, pero aquí también intervienen las autoridades de Sanidad y de Interior, pues habrá que vigilar los aislamientos en el caso de que se produzcan. Los tres puntos de referencia en la zona serán Peñafiel, Aranda de Duero y San Esteban de Gormaz, para centralizar y evitar situaciones descontroladas.

¿Cuándo se empezarán a realizar los controles?

Cuando arranque la vendimia, la última semana de septiembre. Habrá quien empiece antes, pero los trabajos se iniciarán mayoritariamente a finales de mes. Estamos viviendo unos días de buen tiempo y fresco, lo que prolonga el ciclo y es positivo para nosotros. En el campo se exigirá el metro y medio de distancia entre trabajadores y la mascarilla, aunque las medidas sanitarias pueden cambiar de un día para otro.

¿Están ustedes preocupados?

Sí. El coronavirus está causándonos muchos problemas desde que apareció. Hay incertidumbre e intranquilidad por lo que pueda pasar. Lo importante es que podamos vendimiar, aunque creo que es imposible que pueda evitarse algún problema entre tanta gente. Ojalá me equivoque. En la Ribera se vendimia el 80% a mano y solo el 20% a máquina y no me equivoco si este año se recurrirá más a la máquina, aunque tiene un tope.

Paradójicamente, las vides lucen más hermosas que nunca.

Tienen una pinta estupenda y con una uva de calidad. El año viene muy bien. Salvamos los problemas sanitarios que tuvimos al principio de la brotación pero, a partir de ahí se ha cuidado mucho y la viña está que da gusto verla. En circunstancias normales, hubiera sido un año agradecidísimo para todos, agricultores y bodegueros; con el coronavirus no sabemos lo que va a pasar.

De entrada, se estima que las bodegas conservan hasta un 20% de vino sin vender y todo apunta a un exceso de producción. ¿Es así?

Las ventas han ido en declive por las circunstancias y han influido negativamente en el aumento de existencias en las bodegas. Nosotros no hablamos de producciones, pensamos que este año la cosecha se va a coger en su totalidad y todo el mundo está mentalizado en este sentido. Lo que pueda pasar en el futuro se escapa de nuestras manos...

¿Cómo han trabajado los bodegueros desde el pasado 14 de marzo?

Las ventas se mueven en tres direcciones: en los canales de alimentación y hostelería (horeca), en el mercado nacional, y en la exportación. Las ventas al exterior no representan ni un 20% del total de lo comercializado y muchas bodegas no tienen ni la más mínima presencia en otros países, lo que muestra lo mucho que nos queda por hacer. El canal de alimentación está evolucionando bien y creo que va a aumentar aún más, pero éste se circunscribe a unas pocas bodegas de un tamaño mayor a las que creo que les estará yendo bien. La inmensa mayoría dependemos del canal horeca en el mercado nacional, el más afectado por la crisis. La bodegas estamos intentando reaccionar potenciando la venta online pero es un proyecto a desarrollar y no es una tarea fácil. Esta crisis ha venido de repente y estamos intentando movernos para sortearla.

¿Ya se manejan bien en el comercio electrónico?

Queda mucho por recorrer. Ahora mismo, a través de la Asociación de Bodegueros, estamos trabajando en una plataforma para vender online varias bodegas de la Ribera. La idea surgió durante la pandemia y trabajaremos en conjunto para que se nos vea y vendamos. Estará activa a final de mes. Buena parte de la cosecha de este año se terminará vendiendo por internet. Hay bastantes bodegas interesadas en esta solución Por ahora, unificaremos la comercialización digital de nuestros vinos y, si todo funciona, en un futuro, crearíamos un espacio logístico conjunto. Vamos a ir paso a paso.

¿Temen que el declive que vive la hostelería castigue el consumo de vino en España?

No tengo conocimientos sanitarios salvo los del ciudadano de a pie. Nos va a tocar convivir con este virus. Ojalá desaparezca mañana pero parece que ha venido para quedarse. La ciencia avanzará en la lucha contra esta enfermedad pero, mientras tanto, tenemos que convivir con ella y no encerrarnos demasiado porque económicamente es insostenible. Hay que vivir con precauciones pero con cierta naturalidad. No veo otro cerrojazo... Al canal horeca y a nosotros también la crisis nos ha pillado de plano. Creo que las autoridades tienen que cuidar la hostelería y el turismo porque es muy importante para nuestro país, dan mucho trabajo y mucha vida. El Gobierno tiene que poner la carne en el asador para que este sector vuelva a funcionar, por el bien del PIB de este país. Si falla la hostelería y el turismo, se va a derrumbar.

¿Peligra la viabilidad de algunas bodegas de la Ribera?

Sinceramente, no lo sé. Me imagino que entre tantas tiene que haber de todo. Y depende de las circunstancias de cada una. El canal horeca supone el 60% de las ventas y eso es mucho. Lo mismo ocurre con todos los vinos de calidad, donde la hostelería representa mucho. Es fundamental el apoyo público para su recuperación y el mentalizarnos de que no podemos vivir cerrados.

Por si la crisis sanitaria no fuera poco, también se han añadido los aranceles a la exportación de vino.

Estados Unidos en un mercado importante dentro de los que manejamos y nos hemos resentido de las medidas adoptadas pero, en conjunto, la exportación está funcionando. Las bodegas con vocación exterior, unas 60, están funcionando mejor que las que no tienen actividad exportadora constante. El 20% de lo que comercializamos sale al exterior y creo que es una cifra muy pequeña sobre la que tenemos que trabajar. Es un canal con un crecimiento importante y que está funcionando bien. Cuanto más vino pongas en el mercado, más te conocen.

¿Cómo ha recibido el consumidor el vino blanco de Ribera?

Bien. Ha sido un acierto para la Ribera del Duero, aunque haya salido al mercado en unas circunstancias excepcionales como las que estamos viviendo. Es un vino muy bien hecho y ha llegado para sumar.

¿Cómo afectará la crisis a los precios de la uva y del vino?

Ahí no entramos, son las circunstancias del mercado las que los determinan.

¿Cuáles son los proyectos en marcha del Consejo Regulador?

Ahora mismo estamos en pleno cambio de planes, casi a diario. Hemos suspendido muchos actos y la crisis nos está trastocando mucho nuestro calendario. Nos adaptamos, no nos queda más remedio, vivimos en una inseguridad permanente.

La mala suerte ha perseguido este año al Sonorama, uno de sus escaparates más vistosos.

Es una referencia para la Ribera importante, en el que música y juventud han encajado perfectamente con el vino. Hace diez años parecía impensable y lo hemos logrado. Pasaremos un año en blanco y nos perjudica. Lo mismo ocurre con el enoturismo, con las visitas a las bodegas... También la fiesta de la vendimia había tomado un gran auge, se respiraba vino por todos los sitios y también ha habido que eliminarla. Ahora ni se permite el acceso a las bodegas...

¿Cómo ha vivido el segundo confinamiento de Aranda y su entorno en pleno agosto?

Ha hecho un daño terrible y no sé si ese confinamiento era necesario, aunque no quiero juzgar a las autoridades sanitarias. Ha hecho mucho daño a la vida en Aranda y su comarca, a su hostelería. Se realizó en pleno mes de agosto, en plenas vacaciones, y creo que la gente se ha quedado resentida. Sinceramente, mi solidaridad con todos los afectados.

¿Era desproporcinado este confinamiento tan localizado?

Me ha parecido exagerado, y lo digo como lo siento. Ha sido una medida desproporcinada, un cerrojazo en seco que ha hecho mucho daño.

¿Será su peor año de los 7 que lleva al frente del Consejo Regulador?

Es la etapa más difícil de las que me ha tocado vivir y las he tenido complicada. El primer año, recuerdo, un problema grave de brotrytis; en el 17 sufrimos las fuertes heladas. Teníamos convocadas elecciones para la renovación de la presidencia en mayo pero quedaron suspendidas. La Junta decidirá cuándo se convocan.

¿Tiene idea de repetir?

Mejor no decir nada ahora.