Caja de Burgos posee 62 millones en acciones de CaixaBank

G. ARCE
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Desde el 1 de agosto, la Fundación tiene vía libre para vender su participación en el banco catalán, aunque cualquier movimiento dependerá de cómo culmine la fusión con Bankia

Rafael Barbero y Ginés Clemente, director general y presidente de la Fundación Caja de Burgos, respectivamente. - Foto: Jesús J. Matías

La constitución del primer banco del mercado español, fruto de la fusión entre CaixaBank y Bankia, está siendo seguida muy de cerca por Caja de Burgos, pues una parte importante del patrimonio de esta institución y de sus presupuestos anuales dependerá de la resolución de esta operación y de cómo responden los mercados financieros a la misma. A día de hoy, la Fundación es propietaria del 0,52% del capital de uno de los pretendientes, CaixaBank, lo que en valor contante y sonante alcanza los 62 millones de euros.

El jugoso trocito en la tarta del banco catalán tiene sus orígenes en el entramado de acuerdos que se firmaron hace más de una década en el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros. En un primer escalón del proceso, Caja de Burgos aportó a Banca Cívica su negocio financiero recibiendo a cambio acciones del banco nacido de la fusión fría en la que también participaron Caja Navarra, Cajasol y CajaCanarias.

El 1 de agosto de 2012 entró en juego CaixaBank al absorber a Banca Cívica. La Fundación Caja de Burgos firmó entonces un acuerdo por un periodo de 4 años renovable por otros 4 con la Fundación La Caixa y CaixaBank, que establecía el derecho a ocupar un asiento en el consejo de administración del banco catalán (que asumió José María Leal) a cambio de mantener la participación accionarial.

El pasado 1 de agosto venció el plazo de este acuerdo, por lo que la Fundación burgalesa ya tiene libertad de venta de unas acciones cuyo valor fluctuará a buen seguro con la entrada en juego de Bankia y la creación de una entidad cuyos activos alcanzan los 660.000 millones de euros y que suma 7.000 sucursales y más de 51.000 empleados.

Presupuestos. Es un proceso importante para la principal fundación de Burgos porque los dividendos generados por ese 0,52% suponen varios millones de euros para los presupuestos anuales que mueven las diferentes líneas de actuación de la entidad.

Según detalla su director general, Rafael Barbero, el peso de los dividendos ha ido fluctuando de acuerdo a la evolución de los mercados financieros. En 2015 las acciones aportaron un dividendo de 6 millones de euros y el actual ejercicio, marcado por la pandemia, no superarán los 2,2 millones de euros, la cifra más baja de lo obtenido desde la creación de la fundación.

"Ahora somos un accionista más y tenemos libertad de hacer con nuestra participación lo que queramos, mantenerla, venderla o aumentarla", detalla Barbero, quien adelanta que el tratamiento que tendrán estas acciones dependerá de la figura jurídica que utilicen CaixaBank y Bankia para crear el banco más grande del país. La clave será la valoración de ambas entidades en el momento en el que firme la operación de unión, aspectos que actualmente se negocia.

"En todo caso vamos a ser accionistas de una entidad financiera más grande y más rentable, que puede cotizar a un mayor precio y repartir más dividendo".

La evolución de la Bolsa no afecta al acuerdo que mantienen Caja de Burgos y con la Fundación La Caixa para desarrollar acciones sociales conjuntas en la obra social. Esta colaboración vino recogida en el acuerdo vencido el 1 de agosto y ha supuesto una aportación de 1,5 millones euros cada uno de los 8 años en los que ha durado el citado convenio.

73 millones en el Cordón. El futuro banco también será propietario de uno de los edificios históricos más emblemáticos de la ciudad, la Casa del Cordón, aunque no en su totalidad.

La Fundación es dueña del espacio que ocupan el salón de actos y la sala de exposiciones del edificio (Cultural Cordón). Por lo que respecta a la parte institucional, la que comparte con el banco, tiene un contrato de derecho de uso a 50 años de buena parte de la primera planta del inmueble, que incluye la sala del patronato y los despachos nobles de las torres que miran a la plaza de la Libertad.

Una parte de las oficinas que ocupa hoy el personal de la Fundación en la primera planta se cederán a CaixaBank a partir del 1 de enero, cuando entrará en funcionamiento la nueva sede de la institución ubicada en el edificio anexo, actualmente en obras.

Según constan en el Registro Mercantil, cuando CaixaBank se hizo con la propiedad de una parte de la Casa del Cordón tras la absorción de Banca Cívica, el 1 de agosto de 2012, el inmueble histórico se valoró en 73,6 millones de euros.