El arreglo de la carretera que une los Araúzos, en dos fases

I.M.L.
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La Diputación de Burgos saca ahora a licitación la redacción del proyecto por valor de 12.100 euros que, una vez adjudicado, deberá estar listo en 4 meses

Una calzada estrecha y sin arcén impide en muchos tramos que dos vehículos puedan transitar por ella a la vez. - Foto: I.M.L.

La demanda que llevan arrastrando años los vecinos de los tres Araúzo, de Miel, de Torre y de Salce, para tener unas comunicaciones por carretera seguras da el primer paso. La Diputación de Burgos ha sacado a licitación los trabajo de redacción del proyecto de mejora de la carretera BU-921, por valor de 12.100 euros y con un plazo de ejecución del documento que servirá de base para realizar los trabajos de cuatro meses. 

En el documento técnico se especifica que estas obras se van a llevar a cabo en dos fases, por lo que la empresa que resulte adjudicataria tendrá que llevar a cabo dos proyectos diferenciados. Uno debe corresponder al tramo entre Araúzo de Torre y el cruce con la carretera BU-923, que es la que viene desde Caleruega, y el otro es el que comunica Araúzo de Miel y Araúzo de Torre, pasando por el de Salce.

Una distinción que responde a las necesidades técnicas que plantean cada parte de esta vía, que sufre deficiencias e importantes deterioros por el continuo tráfico que sufre desde hace años y que no se tuvo en cuenta a la hora de diseñar su trazado.

Este tramo de carretera en el viario ribereño soporta una calzada con curvas y cambios de rasante peligrosos, estrechez en múltiples tramos, socavones y falta de señalización horizontal, a lo que se suma que tiene un importante volumen de tráfico pesado, con camiones de reparto, el autobús del transporte escolar en su ruta diaria y el transporte de maderas. Los usuarios calculan que por aquí pasará una media de 90 camiones diarios de 40.000 kilos, sobre todo de las empresas madereras de Doña Santos, por lo que la vía debería tener las condiciones idóneas para soportar este elevado tráfico con la mayor seguridad para los que la transitan a diario. «Cuando hicieron la carretera no estaba pensada para que pasase tanto camión y se ha llenado de baches y socavones, sobre todo en los bordes, donde los vehículos pesados se orillan para dejar pasar a los que vienen de frente», reconocía un vecino calerogano que trabaja en Huerta y utiliza esta carretera todos los días.

Las quejas de los vecinos de estas tres localidades, y de otras de la zona como Caleruega, cuando quieren desplazarse ya sea a Aranda o a Huerta del Rey, se vienen repitiendo desde hace años, llegando incluso en mayo de 2019 a que se lanzase una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma change.org que, en pocas horas, acumuló más de dos centenares de apoyos. El incidente que propició esta acción lo protagonizó el autobús escolar que conecta seis pueblos y lleva a más de 30 alumnos diariamente al cruzarse con un camión. Uno de esos alumno fue testigo de cómo ambos conductores tuvieron que maniobrar para lograr seguir su camino a causa de la estrechez de la calzada, y eso le llevo a lanzar esta reivindicación que, por fin, parece tener respuesta.