Ganaderos que ven posible la convivencia con el lobo

DB
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Los hermanos Valle, de la Merindad de Valdivielso, y Juan Ignacio Isusi, que trashuma con su ganado hasta el Valle de Mena, defienden la coexistencia con el cánido siempre que un pastor vigile los animales con el apoyo de mastines y duerman en corral

Leandro Valle y su familia mostraron ayer en la Merindad de Valdivielso el manejo que realizan para proteger a sus mil ovejas del lobo. Para este ganadero el acompañamiento del ganado por un pastor, por perros mastines y la recogida nocturna en corrales, son fundamentales para evitar daños. Valle afirma que el cambio de manejo le ha llevado a aprovechar más los pastos y a mejorar el bienestar animal, lo que ha aumentado la rentabilidad de la explotación "hasta en un 60%" desde que hace 17 años sus hermanos y él decidieran cambiar su forma de trabajo. Asimismo, defiende la necesidad de la dignificación de la figura del pastor y de la profesionalización de los ganaderos, para evitar que haya animales desatendidos y para garantizar población en los pueblos.

Más al norte, en los montes del Valle de Mena pasta el rebaño de Juan Ignacio Isusi, un ganadero que realiza la trashumancia entre Sodupe (Vizcaya) y varias localizaciones del Valle de Mena. Este ganadero protege a sus ovejas en el monte con varios perros mastines, que evitan que sufra ataques y le permiten dormir tranquilo. Ambos reclaman la necesidad "urgente" de que los perros mastines sean regularizados en la normativa como perros de trabajo ya que son parte fundamental de sus explotaciones y en la actualidad son consideraos mascotas. Esto permitiría poder contar con seguros adecuados o reducir gastos veterinarios.

Tanto los hermanos Valle como Juan Ignacio Isusi sostienen que la convivencia entre ganadería extensiva y lobo es perfectamente posible. Y lo demuestran día a día con el manejo de su ganado.

La responsable de la campaña 'Vivir con lobos' de Ecologistas en Acción, Isabel Díez Leiva, señala la necesidad de que la administración apoye de manera decidida campañas de sensibilización sobre el cambio de manejo necesario para lograr la coexistencia entre la ganadería extensiva y el lobo y afirma que La Junta de Castilla y León debe apoyar realmente a las pequeñas explotaciones de ganadería extensiva para que la coexistencia con esta especie no les suponga un sobrecoste. Con estas medidas se favorecería la permanencia de estas explotaciones en el territorio y al mismo tiempo se avanzaría en el buen estado de conservación de la especie, a su juicio.

En el encuentro celebrado ayer con varios medios de comunicación provinciales y nacionales, Juan Ángel de la Torre, presidente de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel), incidió en el papel clave del lobo en los ecosistemas como regulador de las poblaciones de herbívoros (corzo, ciervo o jabalí) y en la importancia de la especie para mejorar la salud de las poblaciones de estas especies. La presencia funcional de la especie también puede tener efectos beneficiosos como reducir el riesgo de transmisión de enfermedades de la fauna silvestre al ganado. Asimismo, alerto de la bajada que está constatándose en las poblaciones de lobo de la provincia de Burgos, donde se ha pasado de 27 grupos en 1989 a "unos diez" en la actualidad.