Otra forma de proteger a los ciudadanos

FERNÁN LABAJO
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La Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Local completa su primer año de vida con 465 intervenciones. Dos agentes han encabezado este trabajo más social y el Ayuntamiento quiere dotar a la sección de más medios

Los agentes mantienen un contacto estrecho y habitual con los Servicios Sociales del Ayuntamiento. - Foto: Patricia

Aunque la ciudad se desangre todos los años y pierda cada vez más población, especialmente joven, una capital de provincia como Burgos no es ajena a la globalización. La realidad social ha cambiado en la última década y la multiculturalidad es evidente. La calle es el mejor escaparate, donde se puede observar que el mundo gira y es imparable. Y ese es el hábitat natural de la Policía Local. Hace tres años surgió la idea de crear una Unidad de Gestión de la Diversidad, una sección cuyo objetivo es acercar el cuerpo municipal al tejido asociativo y usarlo de salvoconducto para entrar de lleno en todos y cada uno de los colectivos, especialmente los más vulnerables. En octubre de 2020, dos agentes se pusieron manos a la obra y trazaron los primeros tramos de un largo camino. Los kilómetros iniciales han servido para que el Ayuntamiento siga impulsando a esta nueva agrupación. 

Jorge y Henar dieron un paso al frente cuando la Unidad de Diversidad solo era un embrión. Ambos han sido los encargados de dar los primeros pasos. Un total de 465 intervenciones en poco más de un año avalan su esfuerzo. «Algo que define a la Policía Local es su cercanía. El valor de la proximidad. Eso es lo que hemos aprovechado para establecer relaciones con las asociaciones que nos han ayudado a conocer la realidad», expone el primero de ellos. 

La pandemia fue un punto de inflexión en un proyecto que aún está en pañales. Aun así, a lo largo de los últimos meses los colectivos sociales han ofrecido cursos en los que ha participado toda la plantilla. El mayor operativo, Félix Ángel García, recalca que aunque sean dos los agentes que dedican más tiempo a esta nueva sección «todos están formados en esta materia». A efectos prácticos, de un tiempo a esta parte los efectivos policiales tienen los ojos más abiertos durante las intervenciones. «Si los compañeros detectan vulnerabilidad en alguna familia a la que han atendido por algún aviso, nos lo comentan para que nosotros hagamos un seguimiento del caso», puntualiza Henar. 

A lo largo de este último año y medio, el mayor número de las actuaciones han tenido que ver con la atención a personas en situación de riesgo o sin hogar. Pero también han sido numerosos los casos de violencia de género y doméstica, los relacionados con menores o los delitos de odio. «Nos hemos querido especializar en hechos discriminatorios, porque sabemos que son situaciones que pasan cada vez con más frecuencia. Los expertos dicen que será tan común como el maltrato machista», expone Jorge. 
«Somos agentes enlace. Una conexión entre la Policía Local y las asociaciones. De este modo, conseguimos tener una proximidad con las asociaciones y con los que acuden a ellas. Esto es importante porque muchas veces, por la poca cercanía que tienen con nosotros, no denuncian. Así pueden salir más hechos de los que están saliendo hasta ahora. Porque sabemos que hay muchos, pero no se conocen por el miedo de las víctimas», completa Henar. 

No es lo único que ahora preocupa en el seno de la Unidad de la Diversidad. También el absentismo escolar, que no solo ha aumentado de manera notable por culpa de la pandemia, sino que es cada vez más prolongado. «Estamos en la comisión de seguimiento y se ha detectado. Nosotros tratamos de mediar con los chavales, intentamos motivarles para que vuelvan», apuntan. El problema, prosiguen, se puede ver a largo plazo, pues la ausencia de estudios puede derivar en un riesgo de exclusión y en problemas de seguridad. 

Ese papel que tienen los agentes de la Unidad de la Diversidad es el mejor ejemplo, subraya el intendente jefe, Fernando Sedano, de lo que persigue la Policía Local: ser parte indispensable en la resolución de los problemas sociales que puedan surgir. «Vamos a tener la puerta abierta para poder mediar y resolver las dificultades para que no se genere una situación peor. Eso sin perder nuestra identidad de policías», destaca. 

La concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, ha seguido de cerca la evolución de esta nueva unidad policial, la cual pretende que «siga creciendo» en función de las necesidades de la ciudad. Será de forma inminente, pues otros dos nuevos agentes se incorporarán este año.