Piden que los buses no tengan publicidad de apuestas

C.M.
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La proliferación de casas de apuestas y salones de juego en la ciudad en los últimos años está preocupando no solo a las asociaciones que luchan contra la ludopatía sino también a los políticos

Publicidad de juegos en una línea de autobús. - Foto: Jesús J. Matías

 El Ayuntamiento, en su condición de administración más cercana al ciudadano, aprobó en octubre del año pasado una proposición presentada por Imagina para no permitir la publicidad de este tipo de negocios en los autobuses urbanos, en los espacios públicos, ni en la publicidad de las fiestas patronales o de barrios ni en cualquier actividad en la que esté presente el Ayuntamiento. Fue respaldada por todos los grupos municipales. 

Sin embargo, se convocó en febrero de 2019 un nuevo concurso para la gestión de la publicidad en los autobuses urbanos pero en el pliego no se incluyó la prohibición, de modo que el transporte público luce este tipo de anuncios, incluso en líneas que utilizan menores al estar próximos a centros escolares lucen esta publicidad. 

El concejal responsable del Servicio de Movilidad y Transporte Urbano (Samyt), Josué Temiño, envió hace unas semanas un escrito a la empresa solicitando que no pongan este tipo de anuncios en los vehículos. Por el momento  no ha obtenido respuesta. "No podemos prohibirlos porque en el pliego no se especificaba pero hemos instado a la empresa a que quite estos anuncios por considerarlos negativos para la ciudadanos", señaló. 

El margen que tiene el área de Movilidad es limitado. Tras resolverse el concurso para la explotación publicitaria del espacio exterior de los autobuses de la flota del Servicio de Movilidad y Transportes del Ayuntamiento de en agosto, al que concurrieron 4 empresas, se adjudicó a Publicesa XI S.A. por un importe de 537.600 euros y un plazo de dos años con posibilidad de prórroga por otros dos, año a año. 

De este modo, pueden poner anuncios en 34 autobuses de 12 metros, 14 articulados de 18 metros y dos microbuses, así como a los nuevos que se incorporen a la flota. El contrato fue gestionado durante el mandato del PP que desoyó el acuerdo de Pleno, que se adoptó por unanimidad, y se formalizó el 8 de agosto. No obstante, el pliego de condiciones se da al Servicio de Transportes la potestad de impedir anuncios que "no reúnan condiciones estéticas, atenten contra la moral o buenas costumbres, la legislación vigente o  la Ley General de Publicidad".