Cuando las matemáticas no son un problema

B.G.R.
-

Las maestras Azucena Virto y Cristina Pérez dan su visión sobre los últimos estudios que revelan que los alumnos de la región destacan en esta materia y en Ciencias

Crisitina Pérez, a la izquierda y profesora en el colegio de Villagonzalo Pedernales, conversa con Azucena Virto, directora del Francisco de Vitoria. - Foto: Valdivielso

Acumulan años de experiencia en sus currículos como maestras, principalmente de Matemáticas y Ciencias Naturales, y no se muestran sorprendidas por los resultados que los alumnos de Castilla y León obtienen en estas materias. El último estudio de las tendencias en ambas disciplinas (TIMSS), elaborado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo, los sitúan como líderes en España y en niveles similares a países como Finlandia, Noruega y Suecia.

Son varios los motivos a los que aluden Azucena Virto, del colegio Francisco de Vitoria, y Cristina Pérez, del de Villagonzalo Pedernales, a la hora de explicar esos buenos resultados, que extienden también a otras disciplinas como la Lengua, pieza clave a la hora de entender y explicar las Matemáticas. La primera hace referencia al carácter castellano. «Las familias tienen una elevada perspectiva de la escuela y su motivación hacia el estudio es un factor importante que se extiende a los niños», precisa, no sin antes mencionar otro factor determinante: el profesorado. En este se detiene la segunda, quien destaca la preparación de unas generaciones de maestros «cercanos, con pasión por la enseñanza y que hablamos el idioma de los alumnos».

Ya en la parte metodológica, ambas docentes subrayan la importancia de «secuenciar» de forma adecuada cada asignatura, al tiempo que, en el caso de las Matemáticas, hacer ver a los estudiantes que estas forman parte de su vida. «La palabra problema ya es un problema para ellos y, cuando las hacen suyas, las ven de otra forma diferente», explica la profesora de Villagonzalo, que también pone en valor el trabajo de cooperativo a la hora de entender los conceptos.

No deja que sus alumnos saquen el libro de esta materia del colegio, mientras que Virto no incluye en las tareas de casa ejercicios o problemas porque «estos tienen que hacerse en el aula». A pesar de estas negativas, comparten que el ‘no’ tiene que quedarse fuera de una disciplina en la está permitido confundirse porque llegará el momento en que se descubra la respuesta adecuada. Y es ese instante, según explican, una las de las mayores gratificaciones de su profesión (...).

(Reportaje completo, en la edición impresa de Diario de Burgos de este miércoles)