«¿Quién no se juzga por enamorarse de su mejor amiga?»

L.N.
-

El arandino Héctor Izquierdo publica su cuarta novela, 'Se levanta la obsesión', en la que, con ciertos tintes autobiográficos, sienta en el banquillo de los acusados a corazón y razón

«Se levanta la obsesión» es el cuarto libro que publica el arandino Héctor Izquierdo, quien desde hace algo más de cinco años vive en la ciudad inglesa de Reading. - Foto: DB

¿Quién no ha sentido alguna vez que se estaba enamorando de su mejor amiga o mejor amigo? ¿Quién no ha tenido un complejo juicio interno para tratar de evaluar si esa amiga o amigo sentía lo mismo por él o por ella? ¿Quién no ha tenido al corazón haciendo de acusación, tratando de demostrar que esa persona es culpable de enamoramiento? Y, al mismo tiempo, ¿quién no ha aguantado a la razón haciendo de defensa, intentando evidenciar que todas las pruebas de ese enamoramiento son circunstanciales?

Estos son algunos de los interrogantes que plantea el arandino Héctor Izquierdo en su cuarta novela, Se levanta la obsesión, que ha publicado recientemente. 

Quizá por pudor, o más bien por  no adelantar acontecimientos, Izquierdo se limita a decir que la obra se basa «un poco» en su propia vida. Porque, claro, «enamorarse todo el mundo nos enamoramos». Y, como es obvio, unas veces esos romances son correspondidos, y en otras, pues no hay tanta suerte.Sea como fuere, entre escuchar al corazón o hacer caso a la razón, a Izquierdo se le ocurrió que podía ser una buena idea buscar «un giro de tuerca» y llevar a la ficción este tipo de situaciones relatadas como si fueran un juicio real. «Simplemente es un quebradero de cabeza convertido en algo creativo», explica.

Bajo un formato de guion teatral, en la novela se juzga el caso del hipotético enamoramiento de Rebeca Cienfuegos (la acusada) e Iván Reinoso (el demandante).

Pero, ¿y el autor? ¿Por quién se suele guiar en su día a día? «Normalmente lidera el corazón, no lo puedes evitar. La reacción emocional es la primera en surgir. Sin embargo, no me considero nada impulsivo, soy bastante racional», confiesa Izquierdo, quien se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid y estudió un máster de guion televisivo.

Desde hace cinco años vive en Reading (Inglaterra), donde desempeña labores de administración en una oficina en la que los asistentes sociales hacen seguimiento a personas en libertad condicional. Un trabajo que, según dice, encaja con su perfil de psicología, carrera que estudia a distancia. Así las cosas, este arandino de 32 años se siente «entre dos aguas»:«Me pregunto cuál será el mejor momento para volver o quizá no tenga que volver». Lo que sí que tiene claro es que su objetivo pasa por «vivir de la escritura» y que esa «es una puerta a la que voy a seguir llamando siempre». 

Mientras se produce la llamada que podría decantar su regreso a la Ribera del Duero, Izquierdo considera que vivimos una época en la que impera la corrección política:«Se ha puesto de moda seguir determinadas líneas de pensamiento. De hecho, en Se levanta la obsesión, uno de los argumentos de la razón en su alegato es que no le gustaría que la relación se juzgara por la opinión popular de que hay que estar a favor del amor. Hay miles de grises en la vida».

Más maduro. Desde 2013, año en el que publicó su primer libro -El espectador ideal-, hasta la actualidad, Izquierdo admite que «ha madurado en cuento a lenguaje y estrategias literarias» o, al menos, así se lo hacen saber sus lectores.

«También tienes que meterte en cada personaje. En la última novela, el protagonista tiene 22 años, ha acabado la universidad, tiene un grupo de amigos asentado y se enamora de su mejor amiga. Piensa que si sale mal, se puede complicar. Que quizá esa persona ya se ha enrollado con otros del mismo grupo. El típico ‘Física y química’», resume, al tiempo que añade que esta tensión le «va bien a la novela porque se necesita conflicto». 

El comunicador, al que Harry Potter le sirvió para pasar de leer por obligación a hacerlo por placer, reconoce que cualquier aspecto de la vida le sirve de inspiración. «Muchas veces las ideas originales vienen de conectar dos elementos que ya estaban inventados, pero que nadie antes había vinculado. Creo que cuantas más cosas vivas y más libros leas, siempre vas a tener más opciones, todo puede ser un estímulo», indica. 

En base a todas esas vivencias y esa inquietud, Izquierdo ya prepara otro libro. Cuenta que hace tiempo se le ocurrió una idea futurista con viajes en el tiempo que ya está desarrollando, aunque con calma:«Tengo la sensación de que lo puedo hacer mejor». Cuestión de reposar. Ya lo había advertido al principio: manda la razón.