Carlos Barbero cambia la dureza del pavés por la incertidumbre de la tierra. Un equipo del Movistar participará este fin de semana en dos pruebas en Italia, previas a la clásica Tirreno-Adriático. El sábado se dará la salida a la Strade Bianche (carreteras blancas), con 63 kilómetros sobre caminos de tierra, de un total de 184. Siena acogerá la salida y la meta de un recorrido donde además de los tramos de tierra están sus peligrosos desniveles. En total hay diseñados once tramos ascenso, siendo los más duros los denominados Monteroni d’Arbia y Monte Sante Marie, que dan paso a otros tres con terribles rampas.

El corredor burgalés Carlos Barbero tratará de imponer su buena forma física, como demostrara el pasado fin de semana en una clásica en Bélgica con su décima plaza. Competirá junto a Richard Carapaz, Carlos Betancur, Nelson Oliveira, Edu Prades, Juan José Rojas y Eduardo Sepúlveda.
Tras la clásica en la Toscana, Barbero participará el domingo en el Gran Premio Larciano, de 199 kilómetros. Se disputa en dos circuitos: el primero es suave de 22,3 kilómetros al que se dan cuatro vueltas y el segundo mucho más duro de 27,5 kilómetros, también con cuatro vueltas. Dos clásicas en tierras italianas que determinarán los hombres que competirán en la Tirreno-Adriático, programada del 13 al 19 de marzo, con siete duras etapas y 1.048 kilómetros.