En la frontera de la incertidumbre

A. DEL CAMPO-Ó.C.
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La limitación de movimientos entre provincias priva a varios pueblos de viajes habituales. En Nava compran en Peñafiel y el Condado de Treviño se quedará aislado si no puede pasar a territorio alavés

Peñafiel se encuentra a solo 13 kilómetros de Nava de Roa por la N-122, como indica esta señal a la salida del pueblo de la Ribera del Duero burgalesa. - Foto: A. del Campo

Con la llegada del plan de desescalada la mayoría de ciudadanos ganan en libertades, aunque también hay quien las pierde. Aquellos que residen en municipios cercanos a la frontera con otra provincia hasta ahora se movían sin problema a otras poblaciones en busca de farmacias, supermercados o servicios esenciales sin la necesidad de mirar si eran de Burgos, Valladolid, Palencia o Álava. A día de hoy esto ha cambiado, el plan de desescalada prohíbe los desplazamientos interprovinciales -salvo las excepciones de fallecimiento de un familiar y motivos laborales-. Según informan desde la Subdelegación del Gobierno, podrían añadirse otros privilegios que deberá solicitar cada Comunidad, pero a esta fecha la conclusión es la siguiente: quienes cogían el coche para comprar en localidades de otras provincias ya no podrán hacerlo, tendrán que buscar alternativas dentro de la tierra del Cid. 

En Burgos existen muchas zonas que verán afectadas sus rutinas con la limitación de los movimientos interprovinciales. El caso más extremo es el del Condado de Treviño porque este territorio es como una isla rodeada por suelo alavés. Esto hace que si la norma se mantiene tal y como está sus habitantes no podrán salir del enclave, puesto que incluso para desplazarse hasta Miranda tendrían que pisar suelo de otra provincia. En la comarca de la Ribera del Duero los principales damnificados serán los pueblos más al oeste, aquellos que prácticamente lindan con Valladolid. Son Nava de Roa, San Martín de Rubiales y Mambrilla de Castrejón.

Cuando Pedro Sánchez anunció la desescalada, rápidamente surgió una duda en muchas casas de los tres municipios: "Entonces, ¿ahora no podemos ir a Peñafiel?". Nava de Roa es el pueblo burgalés más relacionado con la localidad de los vinos Protos. El alcalde, Carlos Enrique Velasco, declara que "casi el 60% del pueblo baja a comprar a Peñafiel. Nosotros como Ayuntamiento ya hemos tomado medidas y hemos comunicado la nueva orden a los vecinos, también hemos publicado en el tablón de anuncios que ahora se vaya a comprar a Aranda o a Roa". El regidor de Nava explica que su municipio se encuentra a tan solo trece kilómetros de Peñafiel por la Nacional-122 mientras que Aranda queda a 25 kilómetros. En este caso, es la comodidad del trayecto la que les hace decantarse por la población vallisoletana. En cuanto a Roa, la distancia es similar, pero la menor oferta de supermercados y tiendas les hace elegir Peñafiel.

Más allá de la incertidumbre inicial, en Nava la prohibición de los movimientos interprovinciales no ha sentado demasiado bien. "Yo me sentí contrariado, no van dejar desplazarse a trece kilómetros y sí a 25", asevera el alcalde. Gerardo, un vecino de Nava, solía ir una vez a la semana a comprar a Peñafiel y tampoco comparte la medida: "Ahora me tocará ir a Roa o a Aranda. No nos queda otra alternativa porque aquí no tenemos tiendas. No veo que no te puedas mover doce kilómetros. El problema es que venga gente de Bilbao, Barcelona...". "Es absurdo que no podamos ir a doce kilómetros a comprar por ser otra provincia", apostilla Juan Antonio, otro lugareño.

La medida tampoco es muy popular ni en San Martín ni en Mambrilla. El alcalde del primer pueblo, Juan Cruz, no comprende que se permitan desplazamientos de 100 kilómetros en la misma provincia y luego se limite uno de 15. "Aquí hay mucha gente acostumbrada a ir a Peñafiel", incide. Por su parte, la alcaldesa de Mambrilla, Ana Isabel Palomino, reconoce que en su pueblo la mayoría compra en Roa, pero aprovecha para reclamar mayores medidas de desconfinamiento en las zonas rurales.

El más complicado. Los problemas en la provincia se quedan en un segundo plano si se comparan con lo que puede suceder en el Condado de Treviño. En el enclave por ejemplo hay solo dos pequeñas tiendas de alimentación en las que hay muchos productos que simplemente no se tienen. Una de ellas está en La Puebla de Arganzón y la otra en Treviño, que son los dos únicos pueblos con Ayuntamiento propio dentro del Condado. A estos se tienen que sumar todos los pequeños núcleos de población que están desperdigados por este territorio burgalés, cuyos habitantes se quedarían aislados.

En cualquier caso, en los más grandes o en los más pequeños sus vecinos cuando tienen que hacer una compra se desplazan a Vitoria o incluso a Miranda, pero esta es solo una de las gestiones diarias que no podrán realizar sino tienen el permiso para cambiar de provincia, como han hecho sin problemas desde que comenzó el estado de alarma. 

"En cualquier caso incurriríamos porque somos Álava por los cuatro costados", recuerda el alcalde de Treviño, Enrique Barbadillo, que defiende que la situación no se debería dejar al criterio de las patrullas policiales, sino que tendría que establecerse claramente por parte de las autoridades.

A pesar de lo radical de la situación "de momento nadie nos ha dicho nada y lo único que sabemos es que el desescalamiento va a ser por provincias pero esperamos que en nuestro caso atiendan un poco al sentido común", afirma Barbadillo, que remarca que "somos un caso excepcional y deberíamos de seguir la desescalada que se marque en Álava". Aún así también advierte que "tampoco tendría sentido que no pudiéramos ir hasta Miranda porque solo estamos a 18 kilómetros".

En La Puebla de Arganzón su alcalde, Pablo Ortiz de Latierro, manifiesta lo mismo que Barbadillo respecto a la falta de información  y apunta que los vecinos están nerviosos por los problemas que pueden tener si se olvidan de ellos, por lo que entiende que si la situación no cambia "sería como encerrarnos en los pueblos".

Para que no sea así "como EH Bildu vamos a preguntar al gobierno, no sé si en público o en privado, para que tengan en cuenta a Treviño", recalca Ortiz de Latierro, que reitera que en este caso la desescalada tiene que ir de la mano con lo que suceda en Álava "porque para nosotros no tiene ningún sentido que podamos ir hasta Aranda, que está a casi 200 kilómetros, y no podamos ir a Vitoria, que está a 18". A la espera de que finalmente su realidad se tenga en cuenta, Barbadillo remarca que parece que el Gobierno "no tiene muy claro cómo va a ser porque hay pocas cosas concretas" y además recuerda que los casos de coronavirus que se han registrado en el Condado de Treviño, y que han sido hospitalizados, se han derivado a Vitoria.

Al margen de la incertidumbre de este caso en concreto, advierten que "este es un reflejo más del conflicto que tenemos", ensalza Barbadillo, que al igual que Ortiz de Latierro manifiesta que "este tipo de problemas surgen porque somos Álava pero a la vez no somos".