Dani Arce se sacó la espina en Castellón después de lo ocurrido en el Campeonato de España de Getafe. La cita se convertía en su última bala para conseguir una plaza en los Juegos Olímpicos y aprovechó la oportunidad. Los técnicos de la Federación salieron de dudas y vieron que en condiciones normales el burgalés hubiera sido el hombre a seguir en el Nacional.

Se desquitó, aunque aseguraba antes de la carrera que no acudía ni con ánimo de revancha ni para demostrar nada a nadie. Sabía que estaba en un gran estado de forma y que podía mejorar su mejor marca personal. Dicho y hecho. Cruzó la meta con una mezcla de fuerza y rabia. Vidar Johanson fue el único que pudo aguantarle hasta el final, aunque en los últimos 50 metros el del Grupo Universidad de Burgos se destacó y venció ante la ovación de la grada castellonense.

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