Los pasados 22 y 23 de noviembre concluyeron las labores de retirada de residuos peligrosos comandadas por la Junta de Castilla y León en las antiguas instalaciones de Valca, en Sopeñano de Mena. Una primera valoración de la firma Biotran Gestión de Residuos, encargada de las tareas de recogida y gestión de estos residuos, calculaba en unas 70 toneladas el material recogido, pero el informe final ha elevado a 87 toneladas (87.079 kilogramos)el total de los productos tóxicos que han salido de la vieja factoría donde hasta 1993 se fabricó material fotográfico y de radiografías. El documento ya está en manos del Juzgado de Villarcayo, que ordenó la retirada cautelar de todo el material a instancias de la Fiscalía de Medio Ambiente, como DB avanzó el pasado mes de mayo.

Entre los productos retirados, según ha informado el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Burgos, se cuentan 33.308 kilogramos de reactivos químicos de laboratorio que contienen sustancias peligrosas «muy tóxicas por inhalación, ingestión o contacto con la piel» y de «efectos irreversibles muy graves», o más de 19.000 kilogramos de trióxido de antimonio, un compuesto considerado desde el punto de vista ecológico como una sustancia muy tóxica para los organismos acuáticos e incluso catalogado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) como probable cancerígeno humano.

El largo listado de productos retirados se completa con miles de kilogramos de líquidos fotográficos, aguas con amoniaco, sepiolita (un mineral muy absorbente) contaminada con ácido sulfúrico (128 kilos), aguas de laboratorio, aceites usados o todo tipo de envases contaminados. Las 87 toneladas salieron de Valca en dos momentos, el primero en julio pasado, y el segundo, en noviembre, después de que una inspección de las instalaciones detectase que aún quedaban espacios que no se habían observado en anteriores visitas y donde había materiales peligrosos.

La Fiscalía ya alertó en sus diligencias de investigación penal emitidas en diciembre de 2020 que  el almacenamiento de residuos peligrosos en Valca y el peligro que ello puede suponer para la salud de las personas y el medio ambiente podrían constituir un delito contra los recursos naturales y  el medio ambiente. Del resultado del informe final que ya ha sido remitido al Juzgado de Villarcayo y previsiblemente a la Fiscalía, se determinará si se toma o no declaración a los actuales propietarios del complejo fabril de 42.000 metros cuadrados y 6.500 construidos. El fiscal habrá de sopesar si la presencia de los residuos es responsabilidad suya o no, dado que muchos ya estaban en Valca cuando la adquirieron.

Las 87 toneladas retiradas ahora se suman al centenar que ya salieron de la vieja fábrica en 1998, también por orden del Juzgado de Villarcayo.

El Ayuntamiento descarta el estado de ruina. En los informes de la investigación del Seprona y en los de la Fiscalía se advierte del mal estado de los edificios. Incluso el pasado verano, una vez retirados la mayor parte de los residuos, la Guardia Civil instó al Ayuntamiento del Valle de Mena a actuar ante el «posible riesgo de derrumbe» del complejo, construido a finales de los años treinta del pasado siglo y donde la degradación de los materiales es muy visible.

Ante ello, un informe del técnico municipal descarta el estado de ruina de los edificios y solo plantea «colocar cuatro puntales metálicos» para reforzar un pilar de hormigón prácticamente cizallado y sin capacidad de sostener la carga que soporta.