Castrojeriz apuesta por el motocross para atraer visitantes

B.A. / Castrojeriz
-

El Circuito de Santa Lucía, con pistas de enduro y súper enduro, podrá celebrar competiciones y convertirse una instalación permanente de entrenamiento para aficionados y profesionales

El concejal Sergio González, campeón provincial de motocross en varias ocasiones, muestra el circuito de la localidad. - Foto: Luis López Araico

Los profesionales y aficionados al motocross y al enduro extremo contarán dentro de unos meses con una nueva instalación para realizar entrenamientos. El Ayuntamiento de Castrojeriz está promoviendo la construcción de dos pistas para la práctica de estas modalidades, que también podrán acoger pruebas de carácter regional, y que tendrán la catalogación de permanente, lo que le otorga legalidad y formalidad. El proyecto ya ha recibido un informe favorable de su impacto ambiental y la ejecución arrancará en breve, con una inversión que rondará los 10.000 euros. «Queremos poner en auge este deporte, del que existe mucha afición en el pueblo, y también atraer a gente a través de él», explica Sergio González, concejal del ayuntamiento, amante de este deporte y campeón provincial de motocross en varias ocasiones. 

Este denominado Circuito de Santa Lucía nació hace dos décadas, ya que durante el 2001 y el 2002 acogió pruebas del campeonato provincial de motocross que organizaba la Diputación de Burgos y que desde 2009 no se celebra. Durante todos estos años ha estado ahí, hasta que el consistorio ha decidido actuar en este espacio para profesionalizarlo. En abril del pasado año fue una de las sedes del Campeonato de Castilla y León con un permiso exclusivo para la fecha. «Con las obras que vamos a ejecutar en su entorno, y con la catalogación de permanente que consigamos al hacerlas, el objetivo es que cada año acoja una de las pruebas de este campeonato regional», añade.

Este circuito de motocross es «reducido, pero divertido», tiene 850 metros de longitud, un ancho de pista de 6 metros y ocupa poco más de una hectárea. «Está bastante formado, fundamentalmente hay que repararlo, delimitar un poco más las pistas, vallarlo y obtener esa legalidad», explica el concejal, que detalla que la pista que construirán desde cero es la de enduro extremo, en una finca colindante. Será un circuito de 290 metros de longitud, con un ancho de pista de 4,5 metros y que contará con 6 obstáculos artificiales a base, por ejemplo, de piedras o de troncos de madera, y con dos curvas a derechas y cuatro a izquierdas. En este caso sí resultará necesario realizar movimientos de tierra para poderlo construir y acogerá tanto los entrenamientos como las competiciones que se lleven a cabo.

Control. De su diseño se encargará un motoclub que está naciendo entre los aficionados a este deporte en el pueblo. Ellos también ayudarán al ayuntamiento en la organización de pruebas y en su gestión y buen funcionamiento, controlando y vigilando el acceso al mismo. «Para poder usar ambas pistas basta con poseer la licencia de entrenamiento, que ofrece seguro y responsabilidad. Como el circuito va a estar vallado seremos nosotros los que lo abramos para que los aficionados puedan acceder, y así comprobar que poseen ese permiso. En este mundillo más o menos nos conocemos todos», reconoce el edil, que lamenta que la Diputación dejara de organizar el campeonato provincial. «Es una pena porque en Burgos hay mucho potencial y afición». 

Castrojeriz pasará así a formar parte de la lista de circuitos catalogados como permanentes en la que actualmente están incluidos el de Aranda de Duero, Miranda de Ebro y Quintana-María. Su ayuntamiento ya está avanzando, junto a la Federación de Motociclismo de Castilla y León, la prueba que acogerá este 2022, donde está prevista la disputa en tres categorías. «En todas seguro que hay espectáculo», asegura Sergio González. 

El consistorio castreño pretende con esta iniciativa, además de dar respuesta a la afición local, atraer a visitantes al pueblo a través de este deporte, tanto los fines de semana que haya campeonatos, como durante cualquier jornada en la que lleguen pilotos a entrenar para preparar sus competiciones. «El año pasado participaron 85 pilotos y hubo unas 3.000 personas viéndolos. Eso repercute económicamente en el municipio. Seguro que además de las competiciones, la gente se acerca a ver los entrenamientos. El motocross, al ser al aire libre, es uno de los pocos deportes que ha mantenido la realización de sus pruebas y la afición en estos tiempos de covid», concluye.