Mañueco expulsa a Cs de la Junta por «traición y deslealtad»

David Alonso
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El presidente cesa a los cuatro consejeros de Ciudadanos tras meses negando la convocatoria de comicios antes de tiempo, y asegura que existía un «riesgo real» de una nueva moción de censura socialista apoyada por Cs

Fernández Mañueco (c) llega a la rueda de prensa acompañado por Lucas (i), Blanco (d), Ibáñez (2i), y Fernández Carriedo. - Foto: Ical

Empezó como un matrimonio de conveniencia y ha terminado como un divorcio de película, con rumores de cuernos y a tortas por la batidora y la colección de vinilos. El primer experimento de un gobierno de coalición en Castilla y León saltó ayer por los aires cuando a las 09.01 horas de la mañana el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, anunciaba a través de su cuenta de Twitter la disolución de las Cortes, la expulsión de Ciudadanos del Gobierno regional y la convocatoria de elecciones autonómicas para el próximo 13 de febrero. Tras meses con la música de un adelanto electoral sonando de fondo, este lunes, Fernández Mañueco se decidió a salir a bailar después de repetir hasta la extenuación que no entraba entre sus planes unos comicios adelantados y que su objetivo era terminar la legislatura. «El presupuesto es el mayor indicador de la estabilidad de un Gobierno», esgrimía recientemente. Un Gobierno que ya es historia después de que el presidente de la Junta cesara ayer a los cuatro miembros de Ciudadanos que formaban el Ejecutivo autonómico ante una situación «insostenible» dentro del Colegio de la Asunción.

«Traición» y «deslealtad» fueron las palabras elegidas por Fernández Mañueco para referirse a sus, hasta este domingo, socios de Gobierno, a los que acusó de «romper la confianza mutua» y negociar los Presupuestos Generales de la Comunidad para 2022 con Por Ávila a sus «espaldas». En un tono duro y propio de una campaña electoral, el máximo dirigente de la Junta cargó contra «una traición dañina para esta tierra y para la igualdad de las personas. Con esta deslealtad, rompen el Pacto de Gobierno». En esta línea, metió también en el 'ajo' al Partido Socialista, después de que los de Luis Tudanca avanzaran este domingo su apoyo a las enmiendas abulenses. «El chantaje de apoyos por privilegios funciona con Pedro Sánchez, conmigo, no. Si alguien ha creído que voy a vender el interés del conjunto de Castilla y León por mantenerme en el sillón, se equivoca de principio a fin», expuso durante una rueda de prensa en la que no permitió preguntas de los periodistas. «No es de recibo que se pacten unos presupuestos a espaldas del presidente. No hablamos de unas partidas económicas, hablamos del modelo de Comunidad y de país que queremos todos», señaló.

Apuntó también al riesgo real de  enfrentarse a una segunda moción de censura que dibujara un Gobierno 'Frankenstein' entre «socialistas, Podemos, Ciudadanos, tránsfugas y otras fuerzas». Elecciones o moción de censura eran, según el presidente, los dos futuros que se abrían para Castilla y León durante el primer trimestre del año, ante lo que Fernández Mañueco ha optado por marcar él los tiempos del partido. «El futuro se iba a decidir en los despachos o en las «urnas», dijo, para traspasar la responsabilidad de la inestabilidad a las «intrigas palaciegas» de Luis Tudanca «al mandato de Sánchez». A su juicio, el horizonte de una nueva moción de censura comprometía «la estabilidad de esta tierra», así como «la recuperación económica, la creación de empleo, la cohesión territorial y la igualdad y la protección de las personas». «No podemos poner en riesgo todo lo conseguido hasta ahora», añadió.

«Nada se va a parar. La gente de Castilla y León se lo merece todo»

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quiso mandar un mensaje de estabilidad y tranquilidad a la ciudadanía ante el adelanto electoral en plena recuperación económica, con la sexta ola de la covid apretando y los fondos europeos llamando a la puerta. «Nada se va a parar en este tiempo en Castilla y León», dijo durante la rueda de prensa, en la que aseguró que «está convencido» de haber tomado la decisión correcta «pensando en el interés de las personas de Castilla y León para garantizar la estabilidad, para garantizar la recuperación económica, el crecimiento del empleo, la igualdad entre las personas, la justicia social y la cohesión territorial».

«Por encima de mi puesto están todas las personas de Castilla y León. Yo arriesgo mi presente personal por el futuro de las personas de Castilla y León», sentenció el presidente autonómico, que aseguró haber «trabajado con humildad, con ilusión, para mejorar la vida de las personas de esta tierra, presidiendo un gobierno de todos y para todos, tratando de aunar esfuerzos con diálogo y con acuerdos». «La gente de Castilla y León se lo merece todo», dijo, y se comprometió a seguir actuando «con eficacia» para «proteger la salud y la vida de las personas», a negociar una «buena» PAC y gestionar los fondos europeos.

«Estas cesado»

«Paco que sepas que estás cesado, tú y todos los consejeros de Ciudadanos y que voy a convocar elecciones. Me hubiera gustado que fuera de otra manera, pero es lo mejor para la Comunidad». Esta fue la llamada que Fernández Mañueco le hizo ayer por la mañana al vicepresidente y portavoz, Francisco Igea, a lo que éste respondió: «Pues muchas gracias Alfonso». No obstante, como en toda buena ruptura de culebrón, Igea se enteró del adelanto electoral a través de Twitter y en medio de una entrevista radiofónica a la que entró como vicepresidente y portavoz de la Junta, y salió de ella cesado. El hasta ayer número dos del Gobierno se enteró, al igual que toda la población por el mensaje de Twitter de Fernández Mañueco, y en pleno calentón acusó al presidente de «no ser un hombre de bien» y llegó a espetar que «Qué cojones piensa de la población de Castilla y León».

Más tarde, y rodeado de los suyos, suavizó las palabras, que no el mensaje. Desde la misma sala en la que hace dos años firmó cariacontecido el pacto de Gobierno con Fernández Mañueco, con García Egea y Espejo como testigos, acusó al presidente de mentir y le trasladó toda la responsabilidad de lo que ocurra con la gestión sanitaria: «El cuento del malvado Igea y la malvada Casado se termina hoy». 

Del resto del arco parlamentario solo Vox se ha alegrado de la convocatoria electoral, consciente de su posible éxito, mientras que el PSOE lo ve como «una oportunidad para el cambio y la regeneración» de la Comunidad. Ahora falta por ver que ocurre con los numerosos pactos de Gobierno que PP y Ciudadanos tienen en Castilla y León y que sustentan los ayuntamientos de varias capitales y diputaciones de provincia. Con el reloj corriendo, todos los partidos se enfrentan al primer adelanto electoral en la historia de Castilla y León, que hasta ahora siempre ha celebrado las elecciones autonómicas junto a las municipales, lo que obligaba a todos los alcaldes a explotar al máximo el músculo del partido, algo que no ocurrirá en esta ocasión y a lo que suma la pandemia.

Efecto Ayuso

A días de terminar 2021, el PP pisa el acelerador en Castilla y León y convoca elecciones anticipadas el próximo 13 de febrero, cuando Alfonso Fernández Mañueco buscará emular la victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid: gobernar en solitario, minimizar el peso de Vox y acabar con Ciudadanos.