Herrera alaba a Silos como valedor del arte y la cultura

I. Pascual
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El presidente de la Junta visita las últimas obras financiadas en la abadía, la urbanización de los accesos al recinto y la plaza interior. La administración regional lleva invertidos dos millones en su conservación y protección

Herrera alaba a Silos como valedor del arte y la cultura - Foto: Luis López Araico

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, puso ayer de ejemplo a la comunidad benedictina silense de esfuerzo y trabajo por mantener y conservar el patrimonio y de poner en valor ante la sociedad la cultura, el arte y la música. Y lo hizo en el transcurso de la visita al monasterio para comprobar in situ el resultado de la última intervención en el inmueble, en cuya financiación ha participado la Administración regional.

Se trata del proyecto de urbanización de los accesos al recinto desde la zona del aparcamiento, atravesando la huerta, hasta la plaza interior donde también se ha sustituido el viejo pavimento por bloques de granito, más resistente a la dura climatología invernal de la zona, que ha hecho mella en el pavimento retirado ahora, y que llevaba instalado desde el año 1972, según reconoció el propio abad del monasterio, Dom Lorenzo Maté. Igualmente, en estas últimas obras se ha aprovechado para instalar un nuevo sistema contra incendios y una nueva canalización de las tuberías pluviales. 

Este proyecto ha supuesto una inversión de 312.500 euros, de los que la Junta ha aportado 200.000, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, y el resto ha corrido a cargo de la comunidad benedictina.

El presidente Herrera recordó el compromiso de la Junta con los monjes de Silos y con la propia villa en la que se dan la mano, dijo, Historia, Cultura y Espiritualidad, por lo que merece prestarle toda la atención y mantener esos patrimonios. Tal es así que el presidente de Castilla y León recordó que hasta ahora, la Junta lleva invertidos en el monasterio 2 millones de euros en distintas obras de conservación y protección del monasterio (declarado BIC, en la categoría de Monumento, en el año 1931), entre las que destacó las ejecutadas en  la zona de la biblioteca o en el antiguo refectorio, hoy convertido en el Museo de la Abadía, así como la colaboración con la comunidad en la informatización y catalogación de los fondos de su biblioteca «para hacerlos más accesibles a los estudiosos y hombres de ciencias, dado el inmenso valor de los fondos con que cuenta el monasterio», subrayó Juan Vicente Herrera.

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