París salta los muros

A.S.R
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Igor Gonzalo adelanta la parada en Burgos de 'Voyage', una exposición de gira por diez prisiones españolas, para animar la Navidad

Todos los internos podrán ver la muestra, que ocupa las paredes del comedor de la prisión.

La pandemia ha trastocado el itinerario marcado por Igor Gonzalo para llevar la novena entrega de su proyecto Voyage Photo Tour, dedicada a París, a diez prisiones españolas. Las restricciones de movilidad han impedido que la exposición de fotografías llegue a Zaragoza, como estaba previsto. Y como al autor le daba pena que esas ventanas abiertas a la capital francesa permaneciesen cerradas durante estas fechas, habló con la directora del penal de Burgos, Elena Ramos, para adelantar la parada. Le gustó la idea y, aunque de forma precipitada, ya es una realidad. «No podía ser que algo nacido para dar luz, un poco de alegría, estuviera en una caja en plena Navidad». Las 30 fotografías cuelgan en el comedor de este centro, donde permanecerán hasta el 21 de enero, y animarán estas fechas a quienes las pasan privados de libertad. 

«Traerla a Burgos es muy especial para mí porque toda esta idea loca de meter una exposición de fotos dentro de una cárcel empezó aquí. Aquí decidimos que queríamos que esta novena edición se mostrará en estos centros, donde nuestra filosofía inicial de hacer viajar a la gente que no podía a través de estas fotografías tomaba más sentido que en ningún otro sitio», comenta el fotógrafo y observa que en la prisión burgalesa fueron tantas las facilidades que se lio la manta a la cabeza. Se propuso llevarla a otras cárceles de la geografía española y llegar a más gente. Lanzó una campaña de micromecenazgo y fue un éxito. 

Ya ha pasado por Brians 2 y el Centro Penitenciario de Jóvenes de Barcelona, La Moraleja de Dueñas (Palencia) y Villanubla (Valladolid). En la agenda de 2021 se acomodarán las de Zuera (Zaragoza), Teixeiro (A Coruña), Centro de Inserción Social Victoria Kent y Unidad de Madres Jaime Garralda de Madrid y Villabona (Asturias). 

Hasta ahora, en todas las paradas había ocupado aulas de talleres por lo que era muy limitado el número de internos con acceso, pero en Burgos se ha colgado en las paredes del comedor, al que ahora entran en dos turnos, por lo que todos podrán asomarse a las calles de París, a la Ciudad de la Luz anterior a la pandemia, a la alegría de sus calles, la espectacularidad de sus monumentos, su día a día... 

Como en sus experiencias anteriores, Gonzalo ha pedido a los presos que le envíen sus sensaciones sobre la muestra. Ya pudo compartir un buen rato con ellos el pasado lunes, durante la apertura. «A ellos les agrada mucho que no sea una actividad oficial organizada por el Ministerio, sino que proceda de una serie de ciudadanos, con el apoyo además de pequeñas empresas como el Grupo De Santiago y Central Óptica Burgalesa o la Asociación ¿Hablamos? Ellos lo agradecen porque ven que una parte de la sociedad los tiende la mano», se explaya el fotógrafo, quien espera culminar este proyecto en las prisiones españolas con la edición de un libro, que recoja las imágenes exhibidas, algunas descartadas y las realizadas durante los montajes más las impresiones de quienes las han visto durante su periplo.