El burgalés miembro del comité de dirección nacional de las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP, Cristian Antón, ha denunciado esta mañana que la nueva Ley Castells de universidades "ha cambiado la búsqueda de la excelencia por la imposición de la ideología. Lo hicieron con la Ley Celaá y lo hacen también ahora".

Antón ha criticado que el Gobierno "socialcomunista" del PSOE y Unidas Podemos haya eliminado la firma del Rey de los títutlos educativos, para añadir que eso es solo "una cortina de humo que tapa las carencias más importantes de esta Ley".

Entre las deficiencias de la nueva norma, Antón ha recriminado que el Gobierno pretende que sea necesario ser catedrático para ser rector, lo que se traduce es que es "la forma más fácil que han encotnrado para poner al primer populista que encuentre a dirigir la universidad".

El joven popular también ha reprochado que las mujeres vayan a tener preferencia para ser contratadas en as universidades públicas ya que "en Nuevas Generaciones defendemos la igualdad". Si bien ellos son partidarios de la "discriminación positiva, esto no lo es".

La siguiente crítica ha venido porque se ha "eliminado" de la norma "que copiar sea una falta" con lo que el Gobierno "lanza el mensaje de que si no estudias no pasa nada".

Otra de las denuncias de la Ley, que ha calificado como "un atentado educativo", es que "perjudica la participación del alumnado. El Gobierno quiere a los jóvenes callados, sumisos e incapaces no vaya a ser que se subleven y no dependan de subvenciones".

Junto a Antón ha comparecido también la presidenta de NNGG en Burgos, Andrea Ballesteros, que ha hecho un dicurso radicalmente distinto al elogiar que la Junta de Castilla y León haya realizado una importante rebaja de las tasas universitarias. De más de un 2% en los grados y de un 18% en lo másteres no vinculantes.