Esther Alonso

Ser o Tener

Esther Alonso


Viernes

22/09/2021

Me chiflan los viernes. Son como el pico del cucurucho del helado que se saborea con los cinco sentidos después de un delicioso almuerzo, al que una amiga ha insistido en invitarte por ayudarle en su mudanza… O como las horas previas a una interesante cita que ha costado Dios y ayuda provocar, cuando estás decidiendo qué vas a ponerte mientras escuchas a todo volumen en la ducha el I feel Good, de James Brown, convencida de que todo lo que suceda después de subirte, o quizá bajarte, la cremallera del vestido elegido, va a ser genial.

Pero siendo justos para los demás días de la semana, lo bueno que tiene el viernes se lo debe al jueves, miércoles, martes, etc. El viernes es el día de la recompensa, del capricho concedido tras el trabajo bien hecho, sin los compromisos del sábado, y sin la pátina de aburrimiento del domingo. Pero el viernes hay que ganárselo. Hay que sudarlo. Hay que merecerlo. La Consejería de Educación decidió que el día del comienzo del curso de Primaria 2021/2022 se produjera el viernes 10 de septiembre. Un viernes sin chicha ni limoná para los miles de niños que llevaban días queriendo regresar al colegio y que al igual que a sus padres les pareció asombroso comenzar la rutina escolar la víspera de un fin de semana. Pero por si esto fuera poco, tras 78 días no lectivos de vacaciones estivales, el Gobierno autonómico, de acuerdo con el artículo 33 al que la Administración suele recurrir cuando le apetece, este mes de septiembre los alumnos de Primaria cuentan con una hora diaria menos en su actividad escolar: 15 horas lectivas desaparecidas del calendario de este curso, cuya eliminación precisaría, al menos, de una mínima explicación pedagógica a esa parte de la comunidad escolar que son los padres. 

Si el calendario escolar es siempre una caja de sorpresas, lo que la consejera Rocío Lucas aprobó para este curso es un cajón. Menos mal que en menos de un mes llega el puente del Pilar, para reflexionar sobre si lo que sucede en realidad no es otra cosa que una confusión entre el calendario escolar de los alumnos y el calendario laboral de los trabajadores del sector de la Educación. Y las legítimas necesidades de ambas partes pueden no coincidir.